Mike Pence exige a países de la OTAN “progresos” en el aumento al gasto militar
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, designó este lunes al teniente general Herbert Raymond McMaster nuevo asesor de Seguridad Nacional, al recurrir nuevamente al ejército para rearmar su equipo de política exterior, en momentos en que miles de personas se volcaron nuevamente a las ca- lles de al menos 27 ciudades para manifestar su rechazo al gobierno del republicano.
McMaster sustituye al ex general Michael Flynn, obligado a renunciar el lunes de la semana pasada por haber mentido a sus jefes desde hace semanas sobre sus contactos con funcionarios del gobierno ruso.
El mandatario dijo a los periodistas en su residencia en Mar-aLago, en Palm Beach, Florida, que McMaster es un experto en contrainsurgencia, un “hombre de tremendo talento y tremenda experiencia”.
McMaster, de 54 años, sirvió en la guerra de Irak en 1991 y después de la invasión estadunidense de 2004 a 2006, y de 2007 a 2008 en Afganistán.
Trump también nombró al militar retirado Keith Kellogg jefe de gabinete del Consejo de Seguridad Nacional. El mandata- El vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, expresó este lunes en Bruselas el “fuerte compromiso” de la administración Trump con la Unión Europea (UE), pero exigió a sus socios de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) “progresos reales” en el aumento del gasto militar para finales de 2017.
En su primera visita oficial a la sede del máximo organismo europeo, Pence declaró: “es un honor expresar en nombre del presidente Trump el fuerte compromiso de Estados Unidos con la UE en materia de cooperación”.
Luego de reunirse con Donald Tusk, titular del Consejo Europeo, el vicepresidente subrayó que “sean cuales sean nuestras diferencias, nuestros dos continentes comparten la misma herencia, los mismos legados y, sobre todo, el mismo propósito: promover la paz y la prosperidad mediante la libertad, la democracia y el respeto al estado de derecho”.
Pence también declaró, en rueda de prensa junto al secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, que “el presidente Donald Trump quiere progresos reales respecto del gasto militar de sus socios de la OTAN para finales de este año y espera que nuestros aliados mantengan su palabra de hacer más respecto a nuestra defensa común”.
En este contexto, Jim Mattis, secretario estadunidense de Defensa, dijo durante su primera visita a Irak que Washington no tiene intención de apoderarse del petróleo de esa nación invadida en 2003, distanciándose de una propuesta de Trump que molestó a las autoridades iraquíes.
Trump afirmó durante su campaña que Estados Unidos debió apropiarse del petróleo iraquí antes de retirar a sus tropas del país en 2011 para financiar la guerra y privar al EI de una fuente de financiación vital.
Paralelamente, en Londres, manifestantes que llevaban pancartas con la consigna “resistamos a Trump”, entonaron a coro: “¿Trump es bienvenido para una visita de Estado?... ¡No!”, otros gritaban: “unidos contra el demonio y los idiotas”. Más de un millón 800 mil personas firmaron una petición en Internet para que el viaje de Trump no sea considerado visita de Estado, en momentos en que se debate en el Parlamento la revocación de la invitación que hizo la primera ministra Theresa May al magnate.