Prioridad, protección de mexicanos
Deben respetarse sus derechos, dice el presidente Peña Nieto a Tillerson y Kelly Negociación integral y un posicionamiento firme, señala Presidencia ‘‘Operación militar’’
La protección de los mexicanos en Estados Unidos y el respeto a sus derechos ‘‘es una de las mayores prioridades del gobierno’’, dijo el presidente Enrique Peña Nieto a los secretarios de Estado, Rex Tillerson, y de Seguridad Interior, John Kelly, de aquel país, a quienes recibió ayer en Los Pinos.
En torno a la construcción de las nuevas relaciones bilaterales con Estados Unidos, el mandatario sostuvo: ‘‘México negociará de manera integral con un posicionamiento firme y en favor de los intereses de nuestro país’’.
Con la visita a las oficinas del jefe del Ejecutivo concluyó ayer la estancia de dos días de los funcionarios de la Casa Blanca a México. Antes, en la sede la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), ambos habían dado un mensaje a medios de comunicación con el canciller Luis Videgaray y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
A las 14:20, los visitantes llegaron a Los Pinos en un convoy impresionante por el número de camionetas, patrullas de la Policía Federal y motocicletas que lo integraban. Una hora después salieron directo al aeropuerto y regresaron a Estados Unidos.
Para el mandatario federal, el encuentro con los funcionarios de Washington –y primero de este tipo que él sostiene luego de la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca– se da en un momento en el que es ‘‘muy importante fortalecer el diálogo entre los dos países’’.
Enseguida, el mandatario destacó la voluntad de ambos go- biernos de transitar por esta ruta ‘‘siempre con respeto a la soberanía’’ de ambas naciones, señala un comunicado de Los Pinos.
La presencia en México de ambos funcionarios al inicio de la administración del republicano Donald Trump ‘‘acredita el interés de construir una relación positiva que depare mejores condiciones de seguridad, desarrollo y prosperidad para México y Estados Unidos’’, dijo también Peña Nieto.
En la reunión estuvieron además el canciller Luis Videgaray y el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong. El primero informó al Presidente de los temas tratados en las reuniones de trabajo que sostuvieron previamente las delegaciones, y cómo és- tas ‘‘son un primer paso en lo que será un proceso de varios meses’’. Reconoció el profesionalismo y la voluntad constructiva de Tillerson y Kelly como interlocutores del gobierno estadunidense, menciona también el comunicado.
Otros asistentes fueron el jefe de la Oficina de la Presidencia, Francisco Guzmán; el subsecretario para América del Norte de la cancillería, Carlos Sada, y el jefe de asesores de la Presidencia, Carlos Pérez Verdía. Por la parte estadunidense participaron en el encuentro la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, y Margaret Peterlin y Kirstjen Nielsen, jefas de oficina de los secretarios Tillerson y Kelly, respectivamente. El presidente Donald Trump caracterizó los recientes esfuerzos para detener y deportar a inmigrantes indocumentados como ‘‘una operación militar’’ y comentó que la relación con México podría ser buena o no, al imponer los intereses de Estados Unidos sobre el país vecino en el ámbito comercial y migratorio.
En el mismo momento en que sus secretarios de Estado y Seguridad Interior, Rex Tillerson y John Kelly, respectivamente, se encontraban reunidos con sus contrapartes en México, Trump abordó la relación bilateral en una reunión en la Casa Blanca con decenas de ejecutivos del sector manufacturero estadunidense.
Aunque el tema no era México, Trump abordó el asunto de la migración al hablar de la relación comercial y económica con el país vecino, y rompiendo el hilo del enfoque económico señaló que, ‘‘de repente, por primera vez estamos sacando (del país) a integrantes de pandillas, expulsando jefes del narcotráfico, estamos sacando a unos tipos ( dudes) verdaderamente malos de este país, y a un ritmo que nadie ha visto antes’’.
Felicitó a Kelly por el trabajo del Departamento de Seguridad Interior para deportar inmigrantes ‘‘ilegales’’ y asegurar la frontera. ‘‘Es una operación militar’’.
Continuando con el tono bravucón, Trump afirmó que los inmigrantes indocumentados son la fuente de mucha de la violen- cia de pandillas’’, y advirtió que son ‘‘duros y fuertes, pero no tan fuertes como nuestra gente; entonces los estamos sacando’’. Agregó en otro momento que ‘‘las drogas fluyen como agua a través de la frontera… eso no lo podemos permitir’’.
El magnate continuó atribuyendo el narcotráfico y el crimen violento a los indocumentados. Aparentemente se refería a los memorandos emitidos esta semana, que detallan el giro dramático en las políticas de control migratorio al ampliar la definición de ‘‘extranjeros criminales’’ sujetos a deportación a casi todo el universo de los poco más de 11 millones de indocumentados que se calcula están en este país.