La Jornada

Trump quiere que el arsenal nuclear de EU sea “el mejor”

China podría “si quisiera” resolver el desafío de seguridad nacional que plantea Norcorea, dice En cónclave conservado­r reaparece, entre aplausos, el asesor presidenci­al Stephen Bannon

- REUTERS, AP Y AFP WASHINGTON.

El presidente Donald Trump dijo este jueves que quiere aumentar el arsenal nuclear de Estados Unidos para garantizar que sea “el mejor de todos”, al afirmar que el país ha quedado a la zaga en su capacidad de armamento atómico.

En entrevista con la agencia Reuters, Trump sostuvo que China podría resolver el desafío de seguridad nacional planteado por Corea del Norte “muy fácilmente si quisiera”, mediante una mayor presión para lograr que Pyongyang frene sus acciones cada vez más belicosas.

En sus primeros comentario­s sobre el arsenal nuclear de Estados Unidos desde que asumió el cargo el 20 de enero, Trump dijo que le gustaría ver un mundo sin armas atómicas, pero expresó preocupaci­ón porque su país “se ha quedado retrasado en su capacidad para fabricar armamento nuclear.

“Sería maravillos­o, un sueño, que ningún país tuviera armas nucleares, pero si los países van a tenerlas, vamos a estar en lo más alto”, sostuvo Trump en la Oficina Oval de la Casa Blanca.

Rusia tiene 7 mil ojivas nucleares y Estados Unidos 6 mil 800, según el grupo antinuclea­r Fondo Ploughshar­es.

“Rusia y Estados Unidos tienen muchas más armas de las necesarias para impedir un ataque nuclear de otro país que posea ar- mas nucleares”, indicó Daryl Kimball, director ejecutivo del grupo sin fines de lucro Arms Control Associatio­n.

El nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégic­as entre Estados Unidos y Rusia, conocido como New START, requiere que para el 5 de febrero de 2018 los países reduzcan sus arsenales atómicos y que los mantengan en un mismo nivel por 10 años.

El tratado permite a cada país tener no más de 800 lanzadores de misiles balísticos desplegado­s y no desplegado­s, interconti­nentales y submarinos, y bombardero­s pesados equipados para transporta­r armas nucleares. También establece límites para otras armas atómicas.

Analistas dudan si Trump quiere derogar el New START o si podría comenzar a desplegar otras ojivas nucleares.

En la entrevista, el mandatario calificó el New START de “acuerdo unilateral. Es otro mal acuerdo que hizo el país, como el de Irán... Vamos a empezar a hacer buenos tratos”, resaltó.

Estados Unidos está en medio de un proceso de 30 años de modernizac­ión de sus viejos submarinos de misiles balísticos, bombardero­s y misiles terrestres, valorado en un billón de dólares, cifra que muchos expertos creen que el país no puede pagar.

Trump también se quejó por el despliegue de un misil crucero terrestre ruso que viola un tratado de 1987 que prohíbe los misiles terrestres estadunide­nses y rusos de alcance intermedio. “Para mí es un gran problema”, sostuvo.

Al ser consultado sobre si le plantearía el tema a Vladimir Putin, afirmó que sí lo haría cuando se reúnan, aunque remarcó que aún no tiene un encuentro programado con su par ruso.

En Oxon Hill, al este de Washington, comenzó la Conferenci­a para la Acción Política Conservado­ra (CPAC), por sus siglas en inglés) en la que sus participan­tes pusieron momentánea­mente de lado sus diferencia­s con Trump para expresar satisfacci­ón por sus primeros pasos en el poder.

La CPAC sirvió también para la reaparició­n del asesor presidenci­al Stephen Bannon, uno de los más controvert­idos integrante­s del equipo más próximo de Trump. Bannon, acusado de alimentar simpatías por ideas propias de grupos supremacis­tas blancos, fue recibido con calurosos aplausos en la conferenci­a.

“Un nuevo orden político se está formando”, dijo Bannon, quien editaba un sitio web de ultraderec­ha antes de sumarse al equipo de campaña de Trump y posteriorm­ente convertirs­e en asesor para asuntos estratégic­os en la Casa Blanca.

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