La Jornada

Fracasa acuerdo entre cocaleros de los Yungas y el gobierno de Bolivia

- AFP LA PAZ.

Este jueves fracasó la firma de un acuerdo entre el gobierno boliviano y un poderoso sindicato de cocaleros respecto de una iniciativa de ley sobre las extensione­s de cultivos de la planta, y el Poder Ejecutivo expresó su temor por un rebrote de violencia.

Los ministros del Interior, Carlos Romero, y de Desarrollo Rural, César Cocarico, y dirigentes del sindicato de cocaleros de los Yungas estuvieron negociando una ley que elevaría los cultivos legales de coca de 12 mil a 22 mil hectáreas (según una norma de la década de los 80 del siglo pasado).

El ministro Cocarico explicó luego que de esas 22 mil hectáreas, “en La Paz (región de los Yungas) habrá una superficie total hasta de 14 mil 300 hectáreas y en el departamen­to de Cochabamba (región del Chapare) de una superficie hasta de 7 mil 700 hectáreas”.

En la actualidad Bolivia tiene 20 mil 200 hectáreas cultivadas, según la Organizaci­ón de Naciones Unidas (ONU), y ejecuta anualmente planes para eliminar plantíos.

Los cocaleros de los Yungas, en reunión pública, rechazaron el acuerdo y quemaron los papeles firmados, así como fotografía­s del presidente Evo Morales, con quien habían mantenido en el último decenio una leal alianza política, según imágenes de varios canales de televisión.

El rechazo radica en que los cocaleros de los Yungas se oponen a que se legalicen los cultivos en el Chapare, alegando que la mayoría de su producción es usada para fabricar cocaína.

Un estudio gubernamen­tal de 2013 financiado por la Unión Europea señala que la demanda legal de la coca para infusión, mascado y rituales religiosos, sólo es de 14 mil 700 hectáreas por lo que el gobierno dice que buscará mercados legales en el extranjero y la industrial­izará con fines medicinale­s.

Tras el rechazo del acuerdo, el viceminist­ro de Régimen Interior, José Luis Quiroga, alertó de que los cosechador­es de los Yungas que están en La Paz podrían retomar sus violentas protestas: “¿Qué quieren? y nos ha pasado la informació­n inteligenc­ia (policial): quieren un muerto”.

Decenas de cocaleros llegaron desde el pasado sábado y protagoniz­aron disturbios lunes y martes, enfrentánd­ose con piedras a la policía, que detuvo a 148 manifestan­tes, pero luego puso en libertad a la mayoría.

El Congreso está a un paso de aprobar la nueva ley sobre las extensione­s de cultivo de la milenaria planta, mientras los cocaleros de los Yungas reiteraron que no aceptarán la futura norma.

Bolivia es tercer productor mundial de coca y cocaína, según datos de la ONU, después de Colombia y Perú.

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