Monta en el Chopo la historia y memoria de un cuerpo
Reivindica al actor como un creador con decisión propia sobre su arte
La actriz Mariana Villegas (Sinaloa, 1986), sin considerarse rebelde, no se identifica con el teatro convencional, porque éste obedece a una verticalidad y jerarquías muy claras.
‘‘Llega el texto, viene un director y uno ejecuta. Para mí un actor es un creador y puede tomar las decisiones de su propio arte y obra”, expresa Villegas en entrevista con La Jornada.
Debut en Múnich
Este cuerpo mío, obra unipersonal de la intérprete, se presenta en el Museo Universitario del Chopo, perteneciente a la Universidad Nacional Autónoma de México. Con ella debutó el pasado noviembre en Múnich, Alemania, en el Münchner Kammerspicle, festival que participa en esa coproducción.
‘‘He aprendido a hacer teatro de otra forma, hasta cierto punto independiente, en el que tu inquietud o las cuestiones que tengas las aterrizas a lo mejor con la ayuda de los colaboradores, pero nada llega a las manos ya listo para que lo hagas.
‘‘Me gusta mucho el trabajo interdisciplinario. No creo ser rebelde, tal vez sea mi formación, pues estudié en la escuela de actuación CasAzul. Sin embargo, encuentro mi lenguaje en otro lugar que no es el que me enseñaron.”
Este cuerpo mío, descrito como ejercicio de percepción física, es el segundo proyecto de la actriz. El primero fue Se rompen las olas (2012), también producido por Lagartijas Tiradas al Sol, grupo con e cual Villegas trabaja desde hace 10 años, y Teatro Línea de Sombra. ‘‘Trabajo teatro autobiográfico, de allí que Este cuerpo mío trata sobre la historia y la memoria de un cuerpo”.
Al interrogante, ¿es difícil hablar de uno mismo?, Villegas contesta: ‘‘Más que explorar lo que me pasa, quisiera ponerme en un lugar neutro, donde lo perso-