La Jornada

Empresas de Goldcorp, Bailleres y Slim son las más contaminan­tes en Zacatecas

Con 7 consorcios más deberían pagar impuesto ambiental de 19 mil mdp al año, pero interponen amparo

- ALFREDO VALADEZ RODRÍGUEZ ZACATECAS, ZAC.

Las empresas del sector minerometa­lúrgico son las que más emisiones de bióxido de carbono (CO2) producen en la entidad, sostiene el estudio Estimación de impuesto ecológico, de la Secretaría de Economía de Zacatecas (Sezac).

Según el análisis, las cuatro empresas operadas por Grupo Peñoles y Fresnillo PLC, propiedad de Alberto Bailleres, emiten cada año a la atmósfera mil 124 toneladas de bióxido de carbono (CO2); las dos mineras de Grupo Frisco, pertenecie­ntes a Carlos Slim Helú, liberan 90 mil 792 toneladas de esa sustancia tóxica, y Peñasquito, de la canadiense Goldcorp, 329 mil toneladas.

Según el Atlas final de emisiones de CO2 –elaborado en 2012 por la Secretaría de Energía, la Comisión Federal de Electricid­ad y la Agencia Internacio­nal de Energía, la industria metalúrgic­a, siderúrgic­a y metalmecán­ica (que involucra al sector minero), ocupa en México el cuarto lugar entre las principale­s industrias que son “fuentes fijas de contaminan­tes” por la emanación de bióxido de carbono. Le siguen la generación de energía eléctrica, las industrias del gas, petróleo y petroquími­ca, y de cemento y cal.

El documento de la Sezac contiene informació­n que las mineras dan de forma “voluntaria” a dependenci­as del gobierno federal y locales. Con base en esos datos se hizo una “estimación” del monto que cada compañía debería pagar este año por los conceptos de “contaminac­ión del aire, suelo, subsuelo y agua”.

Para el caso de las emisiones de CO2, el gobierno de Zacatecas determinó en la miscelánea fiscal 2017 –aprobada por el Congreso estatal–, cobrar 250 pesos por cada tonelada de CO2 que se emita a la atmósfera.

También se grava a las mineras por la contaminac­ión generada por otras sustancias tóxicas y metales pesados, como budateno, formaldehí­dos, mercurio, óxido nitroso, plomo, arsénico, cromo, níquel y cadmio.

Según la Ley de Ingresos de Zacatecas 2017, el impuesto ecológico se aplicará a todas las industrias extractiva­s “que derivado de su actividad productiva contaminen el suelo, subsuelo, agua y atmósfera, o en su caso generen depósitos o almacenami­ento de residuos”.

Con base en el Balance metalúrgic­o, elaborado con datos de las mineras que operan en Zacatecas, los cuatro enclaves mineros de Alberto Bailleres –minas Fresnillo, Saucito, Sabinas y Madero ( todas subterráne­as)– extraen en conjunto al día 19 mil 321 toneladas de materiales, con distintos porcentaje­s de riqueza mineral.

De las minas El Coronel (a tajo abierto) y Tayahua (subterráne­a con proyecto aprobado por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales para convertirl­a a cielo abierto), de Carlos Slim Helú, se obtienen a diario 45 mil 140 toneladas de material del subsuelo.

La canadiense Goldcorp remueve todos los días de su mina Peñasquito, ubicada a cielo abierto en el municipio de Mazapil, 102 mil 806 toneladas de materiales.

Los volúmenes totales de extracción incluyen en los casos referidos rocas estériles, en su mayoría, sin utilidad ni valor, así como terreros con un importante contenido de oro, plata, plomo, cobre y otros minerales metálicos y no metálicos de alto valor comercial, como el zinc; éstos son “recuperado­s” por distintos procesos metalúrgic­os.

Otras compañías obligadas a pagar impuestos ecológicos, incluidas en el cálculo de la Sezac, son la estadunide­nse Firsth Majestic, que posee dos minas en el municipio de Chalchihui­tes: El Toro y La Parrilla; las canadiense­s Panamerica­n Silver y Excellon Resources, ubicadas en Chalchihui­tes y Miguel Auza, respectiva­mente, y las plantas Jales del Centro SA de CV y Contracuña-Santa Cruz.

Según el texto de la Sezac, con el cobro de impuestos a estas 13 compañías mineras que operan en Zacatecas ingresaría­n a las arcas del estado 19 mil millones de pesos al año, que podrían ser invertidos en infraestru­ctura carretera, hospitalar­ia y urbana, así como en el sector educativo.

Las minas de Alberto Bailleres pagarían 2 mil 920 millones de pesos; las de Carlos Slim Helú, 4 mil 519 millones de pesos, y Goldcorp, 11 mil 202 millones de pesos, con las otras empresas harían un total de 19 mil millones de pesos.

Sin embargo, el gobierno de Zacatecas, a cargo del priísta Alejandro Tello, atenuó sustancial­mente el cobro de estos nuevos impuestos y ofreció una reducción de 75 por ciento sobre el monto total a pagar, como “estímulo fiscal”. Así, dejó la cifra en 5 mil 702 millones de pesos.

Pero los dueños de los enclaves mineros no aceptaron el pago de ningún impuesto ecológico e interpusie­ron varios amparos para eludirlo.

La semana pasada la Suprema Corte de Justicia de la Nación dio entrada “a trámite” a una controvers­ia constituci­onal promovida por la Presidenci­a de la República contra el gravamen ambiental en la entidad.

 ?? Valadez ?? Vista panorámica de la mina Peñasquito, propiedad de la canadiense Goldcorp, ubicada en Mazapil, Zacatecas. Según la Secretaría estatal de Economía, es uno de los yacimiento­s mas contaminan­tes en el estado ■ Foto Alfredo
Valadez Vista panorámica de la mina Peñasquito, propiedad de la canadiense Goldcorp, ubicada en Mazapil, Zacatecas. Según la Secretaría estatal de Economía, es uno de los yacimiento­s mas contaminan­tes en el estado ■ Foto Alfredo

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