La desigualdad entre hombres y mujeres se inicia en la niñez y se perpetúa hasta la vejez
México vive exclusión “endémica” en casi todos los ámbitos, alerta experta de la CNDH Resalta que los mayores retos son erradicar la violencia de género y generar condiciones equitativas
La desigualdad y la marginación entre hombres y mujeres comienza desde la niñez y se perpetúa con el tiempo a lo largo de la vida hasta llegar a la vejez, así lo demuestran los principales indicadores nacionales sobre acceso a educación, salud, oportunidades e ingreso laboral, así como de bienestar en general, entre ellas tener una vida libre de violencia.
Lourdes Zariñan Martínez, coordinadora del Programa sobre Asuntos de la Niñez y la Familia de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), indicó a La Jornada que el país vive una “desigualdad endémica”, que se observa en prácticamente todos los ámbitos, incluidos el laboral, el social y también el político. La arquidiócesis de México señaló que la normatividad en materia de libertad religiosa está “anquilosada” y violenta los derechos humanos de los ministros de culto. Por lo cual, necesita de una “revisión y actualización”.
Tras 25 años de las reformas constitucionales que se realizaron para “modernizar” las relaciones Estado-Iglesias, el semanario Desde la fe indicó en su editorial que “se requiere una revisión al derecho en la materia y la actualización de la Ley de Asociaciones Religiosas, que parece anquilosada”.
Subrayó que resulta necesaria una “revaloración de las relaciones Estado-Iglesias y consideró que México “parece quedar a la zaga en materia de libertad religiosa, no obstante las recientes reformas a los artículos 24 y 40” constitucionales.
Agregó que “a escala constitucional subsisten preceptos atentatorios de derechos humanos incompatibles con la moderna laicidad” y destacó que el artículo 130, inciso e) de la carta magna “somete a los ministros de culto para ponerlos en una condición infame y lesiva al prohibir su legítimo derecho de asociación.”
Añadió que “los absurdos preceptos, fruto podrido de un laicismo, consideran justo privar del derecho de opinión a ciudadanos mexicanos que han optado por un ministerio, arrinconándolos y etiquetándolos más abajo que habitantes de segunda”.
En suma, “se vulneran los derechos humanos de los ministros de culto”, resaltó en el texto.
Criticó que las asociaciones religiosas sean “privadas del derecho de adquirir medios de comunicación” y añadió que “otro elemento nocivo del apolillado laicismo es la negación de la objeción de conciencia”, cuando la “legislación internacional de derechos humanos reconoce, como condición indispensable de la libertad religiosa, que toda persona pueda argumentar razones de conciencia y religión contra cualquier ley injusta e
Señaló que para la erradicación de este problema es necesaria la contribución no sólo de mujeres y niñas, sino también de hombres y niños, de ahí que el trabajo para alcanzar la perspectiva de género sea transversal y corresponda a la autoridad, con la colaboración de las familias, instituciones educativas y organizaciones de la sociedad civil, lo que permitirá generar un México más justo, incluyente e inmoral lesivas de sus convicciones más íntimas”.
En el Día de la Familia, el cardenal Norberto Rivera Carrera, reiteró que esta asociación está conformada por un hombre y una mujer.
En la misa dominical del primer domingo de cuaresma, pidió en la Catedral Metropolitana a “los gobernantes, legisladores y jueces que recuerden que el fundamento de la familia es la unión del hombre y la mujer, con amor total, exclusivo y fiel a lo largo de la vida”.
También oró por las familias igualitario.
En entrevista, la especialista en el tema citó múltiples datos recabados en encuestas, censos, estudios y evaluaciones de instituciones oficiales, de organismos nacionales y extranjeros, en los cuales la constante es la discriminación y la falta de oportunidades en condiciones de igualdad para niñas, adolescentes y mujeres.
Resaltó que uno de los ma- de los inmigrantes que “sufren la separación. Por falta de oportunidades en sus países de origen”.
El arzobispo primado de México remarcó el carácter espiritual del matrimonio, cuando es avalado por la Iglesia católica.
En el editorial, subrayó que el laicismo que prevalece en México “vive una condición hipócrita al atentar contra el justo derecho de los padres para que sus hijos reciban educación religiosa en las escuelas”.
En este punto la arquidiócesis arremetió contra “la ideología de género y el lobby gay, que yores retos de la sociedad y el país es erradicar la violencia de género, garantizar el respeto a los derechos de las niñas, las adolescentes y las mujeres, y generar igualdad de oportunidades y responsabilidades entre ellas y los hombres. “Para ello, la labor en las escuelas es determinante”, subrayó.
Sin embargo, al citar el informe nacional sobre violencia de género en la educación básica pretenden introducir en las aulas ideas nocivas”.
Indicó que la Iglesia católica debe mendigar recursos al gobierno para mantener los templos, que son propiedad de todos los mexicanos.
“Hay gran peligro de destrucción de templos y lugares históricos arrasados por el paso del tiempo, mientras prevalece una mezquindad de funcionarios incapaces de aplicar recursos necesarios para salvar esta riqueza cultural”.
A la par “el presupuesto se dilapida en fiestas y gastos burocráticos inútiles”. en México del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), se encontró que 75 por ciento de los estudiantes de primaria y secundaria piensan que las niñas y adolescentes deben aprender a ayudar en casa para cuidar hermanos y hacer tareas de limpieza.
Sólo 47% de las mexicanas en edad productiva son parte de la fuerza de trabajo
Para la especialista, esta situación se agrava también porque las mujeres no conocen sus derechos. Un estudio reciente de la CNDH sobre equidad y no discriminación por razones de género, revela que 31.2 por ciento de las personas entrevistadas ignoran que la igualdad entre mujeres y hombres constituye un derecho constitucional.
En el terreno laboral, solo 47 por ciento de las mexicanas en edad productiva son parte de la fuerza de trabajo, cifra por debajo de 67 por ciento en países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), o de 60 por ciento registrado en naciones como Chile, Colombia, Perú y Brasil.
Otro dato. Las mujeres destinan más horas a las labores domésticas y de cuidados, al destinar a éstas 65 por ciento de su tiempo de trabajo total y 32.3 por ciento a las actividades por las que regularmente se recibe un ingreso monetario, en clara desventaja con el hombre, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía ( Inegi).
La maternidad temprana es otro factor que limita el desarrollo de la mujer. Una de cada cinco mujeres entre 15 y 19 años de edad, según una encuesta de Unicef en 2015, había empezado el proceso reproductivo, mientras 8 por ciento de quienes tenían de 15 a 19 años y 9 por ciento de las 20 a 24 ya estaban casadas o vivían con una persona 10 años mayores que ellas, según el mismo sondeo.
La especialista, que también está a cargo del área de adultos mayores en la CNDH, advirtió que a todas estas situaciones se suma, a esta edad, la dependencia de las mujeres a las pensiones por viudez o incapacidad de sus cónyuges o a los ingresos de hijos u otros familiares, pues el rol tradicional que tuvieron durante su vida les impidió tener un empleo remunerado y generar un ahorro para el retiro.