Más de 400 mil personas repudian en Argentina las políticas de Macri
Más de 400 mil manifestantes fueron este martes protagonistas del acto convocado por la dirección tripartita de la Confederación General del Trabajo(CGT) en reclamo por los despidos, el ajuste, la desindustrialización, el aumento de la pobreza, la inflación y la política económica del presidente argentino, Mauricio Macri, que terminó con incidentes cuando los tres dirigentes en sus discursos no definieron la fecha del paro general, que pedían a gritos las bases sindicales, y salieron huyendo, abucheados e insultados por la multitud.
“Más allá de la dirigencia de la CGT esta marcha masiva le gritó ‘basta’ a Macri”, señaló la intendente del distrito La Matanza, Verónica Magario, quien refirió la tragedia social que ha provocado la política de este gobierno en sólo un año y casi tres meses.
Mientras esto sucedía Macri estaba reunido en la residencia presidencial con el ex presidente de Chile Sebastián Piñera, de espaldas a esta realidad, después de que el lunes inauguró el año escolar en un pueblo pequeño de Jujuy, donde finalmente no se iniciaron las clases por el paro.
La multitud de este martes se puso por sobre la dirigencia en su reclamo contra el gobierno, sin olvidar que la convocatoria de la CGT fue apoyada por las dos Centrales de Trabajadores Argentinos, movimientos sociales, empresarios de las pequeñas y medianas empresas (pymes) y otros sectores independientes, entre los que se encontraban centenares de trabajadores que votaron por Macri y que le reclamaron haber traicionado su confianza y “mentir”.
Frente al Ministerio de la Producción, que tiene un papel preponderante en las listas de despidos, que suman ya más de 500 mil entre 2016 y lo que va de 2017, contando entre trabajadores formales e informales, el acto tuvo un comienzo extraño.
Estaban todos citados para las 16 horas locales, pero los dirigentes de la CGT comenzaron casi una hora antes y hablaron unos diez minutos cada uno, con calificativos fuertes sobre la política del gobierno, pero no dieron a conocer la fecha del paro general, que uno de ellos, Carlos Acuña, había confirmado este lunes a los maestros que ya estaba fijada.
Pero aunque los que le siguieron, Juan Carlos Schmid y Héctor Daer, coincidieron en la grave situación que vive el país, señalaron que “si no hay rectificación a las políticas oficiales, en un año –se corrigió rápidamente– en un mes, vamos a hacer un paro de 24 horas”, dijo Daer, y agregó: “pero debe estar acompañado por todos los sectores de la sociedad”, sin definir la fecha, lo que provocó una silba- tina multitudinaria entre los manifestantes, quienes al grito de “paro ya” avanzaron hacia el palco mostrando el descontento de las bases gremiales.
Miles de los que estaban allí eran desocupados del año pasado y los nuevos que se registran cada día. En los dos meses y días de 2017, sólo en el sector de las pymes hay 150 mil despedidos. Y viene más desempleo, porque toda la actividad económica sigue descendiendo a ritmo acelarado. La visión de los dirigentes de la CGT huyendo de la multitud y refugiándose en el Sindicato de Empleados de Comercio da cuenta de la desesperación popular.
Denuncia de Fernández de Kirchner
La mañana de este martes había comenzado con la llegada de manifestantes a los tribunales, adonde debía ir a declarar la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner en una causa a todas luces armada por el juez Claudio Bonadío.
El lugar estaba rodeado por centenares de efectivos de seguridad, como si fuera una guerra. La ex mandataria entregó un escrito sin declarar ante Bonadío, en el que explica con precisión el indebido procesamiento al que es sometida por el caso del dólar a futuro. “Una política económica destinada a que no haya una corrida cambiaria, una devaluación y una brutal pérdida en los salarios reales de los argentinos… La justicia dijo que no hay delito en esta política implementada por el Banco Central y en cambio sí hubo delito en la otra política, también implementada por el Banco Central”.
La ex mandataria exigió que le paguen su pensión como ex presidenta, que ilegalmente le embargaron, y respecto de sus hijos Florencia y Máximo, que el lunes fueron citados indebidamente a declarar, advirtió: “no es un tema judicial, es un tema político. Una persecución que no registra antecedentes”.