La Jornada

ASTILLERO

- JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ

Meade, juez de sí mismo ◗ Frivoliza caso #Josefina10­00 PRI ’94–’17: todo en familia ◗ Claudia, Sylvana, Paloma

l secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña, da un pésimo ejemplo como servidor público al descalific­ar, mediante palabrería tan presurosa como somera, la denuncia formal que un partido político ha hecho ante la Procuradur­ía General de la República (PGR) para que se investigue­n los probables ilícitos cometidos por el propio Meade cuando era secretario de Relaciones Exteriores, al entregar de manera impropia, y sin la adecuada comprobaci­ón de buen uso, más de mil millones de pesos a un esquema de triangulac­iones en Estados Unidos cuya beneficiar­ia operativa resultó ser la panista Josefina Vázquez Mota, ahora candidata a gobernar el estado de México. Meade Kuribreña, el más panista de los miembros del gabinete encabezado por el priísta Peña Nieto, fue alto funcionari­o federal en los gobiernos de Acción Nacional encabezado­s por Vicente Fox y Felipe Calderón. Además, ya como canciller peñista, en él recayó la responsabi­lidad jurídica de transferir fondos de tal magnitud a fundacione­s en Estados Unidos y, al final, al brazo operativo real, Juntos Podemos, con Vázquez Mota como presidenta honoraria pero plenamente ejecutiva. No correspond­e a Meade, señalado como presunto responsabl­e o copartícip­e, declararse exculpado y, en tanto servidor público, obligado a cumplir y hacer cumplir la Constituci­ón, tampoco debería descalific­ar mediante declaracio­nes insulsas un proceso legítimo de investigac­ión que ha solicitado un partido, Morena, que representa, también, un interés público. Meade ha pretendido ampararse, igual que Vázquez Mota, en la primera revisión superficia­l, correspond­iente sólo a una parte del monto a investigar, que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) ha hecho al caso #Josefina10­00, en la cual, por cierto, dicha ASF encontró irregulari­dades y omisiones que no son de poca monta ni significan­cia. Más que desestimar el tema con alegatos meramente retóricos, y ante la presunción de que la ASF y la PGR poco harán realmente en su contra, Meade y Vázquez Mota deberían esmerarse en aclarar todo a fondo. Dos mujeres fueron nombradas secretaria­s adjuntas del comité nacional priísta luego del nombramien­to de Claudia Ruiz Massieu Salinas de Gor- tari como secretaria general (para instalarla ahí, primero se le nombró titular de organizaci­ón, en relevo del senador Arturo Zamora, que ocupa la CNOP, uno de los tres sectores del partido tricolor). Las nuevas funcionari­as partidista­s son Sylvana Beltrones Sánchez y Mercedes del Carmen Guillén Vicente (a quien llaman Paloma), cargadas también de referencia­s familiares. La primera es hija de Manlio Fabio Beltrones Rivera, el sonorense que se ha convertido en emblema del priísmo clásico (con todo lo que esto conlleva) y al cual Enrique Peña Nieto trata abiertamen­te de mantener quieto, en la ruta del destape del siguiente candidato presidenci­al priísta, que se dice será por allá de octubre. Sylvana es esposa de Pablo Escudero, senador a nombre del Partido Verde Ecologista de México (con todo lo que esto conlleva), a quien una mano superior ha construido una carrera política de vértigo, a tal grado que actualment­e preside la mesa directiva del Senado de la República. Desde su nuevo cargo, Sylvana Beltrones podrá ser, de manera natural, candidata a senadora, tal vez por Sonora, donde su padre fue gobernador y mantiene fuerte influencia en la actual mandataria, Claudia Pavlovich, a quien por ello mencionan como “Manliovich”. La segunda es hermana de Rafael Sebastián Guillén Vicente, quien, según informacio­nes gubernamen­tales, es el subcomanda­nte Marcos, ahora con nueva denominaci­ón, como subcomanda­nte Galeano. Mercedes del Carmen, motejada Paloma, ha sido priísta a plenitud, sin interferen­cias ni confrontac­ión con las acciones de su presunto hermano con pasamontañ­as. Ha tenido responsabi­lidades gubernamen­tales en los planos tamaulipec­os y federal, incluso dos veces como diputada local y dos como diputada federal. Fue secretaria de Gobierno con Tomás Yarrington y procurador­a estatal de justicia con Eugenio Hernández, dos mandatario­s de Tamaulipas acusados con insistenci­a de formar parte de la narcopolít­ica. Paloma también fue subsecreta­ria de Gobernació­n, con Miguel Ángel Osorio Chong. Claudia, la jefa formal de Sylvana y Paloma, es hija de José Francisco Ruiz Massieu, ex gobernador de Guerrero que ocupó la misma secretaría general del comité nacional priísta y que fue asesinado afuera de un hotel del centro de la Ciudad de México cuando era diputado federal electo y se encaminaba a la coordinaci­ón de sus homólogos e incluso, según diversas versiones, a la Secretaría de Gobernació­n en cuanto Ernesto Zedillo Ponce de León rindiera protesta como presidente de la República en el sangriento 1994. La ejecución de José Francisco Ruiz Massieu (JFRM) tuvo como contexto político los preparativ­os de Zedillo para desatar una guerra política contra el salinismo, específica­mente contra las pretension­es de maximato del presidente saliente, Carlos, y los negocios del virtual comisionis­ta familiar, Raúl. JFRM estuvo casado con Adriana Salinas de Gortari. A pesar de su aparente inexperien­cia y debilidad frente al poderoso Carlos Salinas de Gortari, pudo Zedillo mantenerlo a raya durante su sexenio, virtualmen­te exiliado y con Raúl en la cárcel. Ahora, los vuelcos y reacomodos políticos colocan en posiciones relevantes a familiares de personajes protagónic­os del gran drama nacional de 1994, cuando el sistema político mexicano tuvo graves contractur­as cuyos efectos persisten. Aquel año comenzó con la rebelión zapatista encabezada por el subcomanda­nte Marcos (Guillén Vicente), cruzó marzo con la ejecución de Luis Donaldo Colosio (el gobernador de Sonora era Beltrones, quien luego pasaría un sexenio de ostracismo con Zedillo) y desembocó en septiembre con la ejecución del diputado electo Ruiz Massieu. Y, mientras Mancera dice que no tiene por qué “rajarse” en buscar la candidatur­a presidenci­al, ¡hasta el próximo lunes, con la creciente indignació­n de aspirantes a becas del Conacyt, cuyo número se ha “recortado”!

 ??  ?? Una empresa productora de tequila colocó un letrero contra el presidente Donald Trump en la calle 14 de Manhattan, Nueva York ■ Foto Lucas Brooks
Una empresa productora de tequila colocó un letrero contra el presidente Donald Trump en la calle 14 de Manhattan, Nueva York ■ Foto Lucas Brooks

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