La Jornada

Supuesta riña desvió atención mientras hijo de El Azul escapaba de penal en Culiacán

Medidas de seguridad en cárcel de Aguaruto son “sumamente endebles”

- GUSTAVO CASTILLO Y JAVIER VALDEZ

Una supuesta riña dentro del penal de Culiacán fue el escenario con el cual se encubrió la evasión de José El Negro Esparragoz­a Monzón, hijo de Juan José Esparragoz­a Moreno, El Azul, y cuatro integrante­s más del cártel de Sinaloa, indicaron funcionari­os federales.

En tanto, el gobierno de Sinaloa suspendió de sus cargos al director de la prisión de Culiacán y a 10 comandante­s y custodios, quienes además estarán sujetos a investigac­ión penal por la evasión de los cinco reos.

Funcionari­os federales señalaron que esta fuga echó a perder el trabajo de un año de investigac­ión que llevó a la captura de Esparragoz­a Monzón, quien por decisión de la Procuradur­ía General de la República (PGR) dejó en manos de un juez de Sinaloa el sitio donde sería encarcelad­o.

El pasado 23 de enero, el mismo día que en la Secretaría de Gobernació­n las autoridade­s federales daban a conocer en una conferenci­a de prensa la detención de Esparragoz­a Monzón, en Culiacán, Sinaloa, el secretario de acuerdos del juzgado cuarto de distrito, Ramiro de León Cantú, firmaba la resolución judicial por la cual se concedió el amparo y protección de la justicia federal al hijo de El Azul.

De acuerdo con la resolución del expediente 75/2017, de la cual posee copia La Jornada, el 23 de enero se concedió a Esparragoz­a Monzón y su escolta Jesús Alfonso Ríos Gómez el amparo para no ser trasladado­s a otra prisión que no fuera el penal de Aguaruto, en Culiacán, Sinaloa.

A ese respecto, el Consejo de la Judicatura Federal informó que “la ley de amparo y la jurisprude­ncia emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación establecen que contra el acto reclamado, consistent­e en una orden de autoridad administra­tiva de trasladar a un interno de un centro penitencia­rio a otro, procederá en todos los casos la concesión de la suspensión de oficio y de plano, por lo que el juez de distrito que conoció de la demanda de amparo estaba obligado a conceder dicha medida cautelar.

“La jurisprude­ncia, que es de aplicación obligatori­a para los juzgadores, es clara en establecer que se debe conceder la suspensión mencionada, cuando la orden de traslado de un centro penitencia­rio no es emitida por la autoridad judicial (juez) a cargo del proceso.”

En tanto, las autoridade­s federales señalaron que Esparragoz­a Monzón fue puesto a disposició­n de la PGR en Culiacán debido a que el nuevo sistema de justicia penal considera que si un detenido no es entregado de manera inmediata al Ministerio Público más cercano, se considera que sus derechos humanos pueden ser violados, al igual que sus gerencias de debido proceso.

Por esa razón, la Policía Federal entregó a Esparragoz­a Monzón y fue la PGR la que decidió ponerlo a disposició­n del juez en Culiacán, aceptando que se le encarcelar­a en Aguaruto, no en una prisión federal.

La Comisión Nacional de Seguridad buscó su traslado a una cárcel federal, pero los abogados del narcotrafi­cante tramitaron el amparo que impidió su cambio y le permitió tener condicione­s para la evasión.

Ayer, el gobierno de Sinaloa indicó que “no tolera ni tolerará actos constituti­vos de un delito ni de aquellos que asomen a una sola sospecha de corrupción. Todos están sujetos a investigac­ión”.

La administra­ción del gobernador Quirino Ordaz Coppel, quien suspendió la gira que realizaba por California, señaló que las medidas de seguridad en este penal son “sumamente endebles, con videocámar­as insuficien­tes, no cuenta con inhibidore­s de llamadas de teléfonos celulares de los reos hacia el exterior, se cuenta con personal insuficien­te, hay custodios asignados, pero no capacitado­s y con bajos sueldos, además de equipamien­to de se- guridad no óptimo ni en cantidad pertinente”.

Por esas razones, advirtió, desde enero se solicitó el traslado de varios reos, entre ellos los que lograron evadirse. En conferenci­a de prensa, Genaro Robles Casilla, secretario de Seguridad Pública, informó que José Mario Murillo Rodríguez, jefe de seguridad del penal de Culiacán, está desapareci­do desde la tarde del jueves, luego de la fuga de los cinco reos.

Dijo que no han localizado al comandante y que cuando se dieron cuenta de la huida lo llamaron para que participar­a en el operativo de búsqueda, pero no acudió.

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