La Jornada

Tarda Sacmex cinco meses en rellenar socavón en Xochimilco

Demandan vecinos investigar qué causa las grietas en la zona

- ROCÍO GONZÁLEZ ALVARADO

Personal del Sistema de Aguas de la Ciudad de México (Sacmex) tardó cerca de cinco meses en rellenar el socavón que se abrió en la carretera Tulyehualc­o- Xochimilco, en el tramo comprendid­o entre las calles de San Jerónimo y Desiderio Peña, que ayer fue reabierto con la presencia de los habitantes de Santa María Nativitas.

Durante este periodo, los pobladores se vieron afectados por los constantes asentamien­tos viales que incrementa­ron los tiempos de traslados, al tratarse de una vialidad con alta afluencia que comunica a los habitantes de las delegacion­es Xochimilco, Tláhuac y Milpa Alta, así como de quienes provienen de Morelos y el estado de México.

Tras la reapertura de la carretera –que se hundió desde el pasado 26 de noviembre de 2016–, los habitantes del poblado consi- deraron que el problema no concluye con estos trabajos, por lo que exigieron que se realicen los estudios en el subsuelo, a fin de tener certeza de qué fue lo que ocasionó la oquedad y efectuar acciones para evitarlo.

Existe el temor de que vuelva a registrars­e otro socavón o que aparezca en otro lado, por lo que considerar­on que es indispensa­ble que continúe el trabajo de los especialis­tas de geología de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM).

En el sitio se inyectaron más de 107 mil metros cúbicos de concreto líquido, mediante la perforació­n de 43 cavidades en las guarnicion­es norte y sur, así como en la parte central de la vialidad, a tres y cinco metros de profundida­d a fin de asentar el espacio.

Correspond­ió al personal de la delegación realizar los trabajos de rencarpeta­miento, así como la reconstruc­ción de ban- quetas, guarnicion­es, limpia y poda de árboles.

En un comunicado, el jefe delegacion­al, Avelino Méndez, admitió que llevó mucho tiempo hacer la reparación, pero argumentó que pretendier­on hacer los trabajos de manera precisa, a fin de mitigar los riesgos a la población.

Aseguró que se monitorea la zona y se harán las reparacion­es necesarias.

Dos meses después de haberse registrado el socavón en la carretera Tulyehualc­o, otra oquedad se abrió en el canal 27 del embarcader­o de Zacapa, que provocó que los niveles de agua bajaran alrededor de 25 centímetro­s, lo que obligó después a instalar diques con costaleras y vaciar el tramo afectado.

Los trabajos de reparación en este caso tardaron un mes y se obtuvo el compromiso del Gobierno de la Ciudad de México de realizar en la zona estudios con expertos de la UNAM.

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Nadie escapa a los ojos que escrudriña­n desde los rincones de la Ciudad de México ■ Foto Yazmín Ortega Cortés

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