La Jornada

Lula y Rousseff inauguran obra desarrolla­da en sus gobiernos

“No quieren que sea candidato en 2018, porque si lo soy será para ganar”, dice el ex presidente

- DPA Y AFP SAO PAULO.

Los ex presidente­s brasileños Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff encabezaro­n este domingo la inauguraci­ón simbólica de parte de una megaobra hidráulica en el noreste del país, días después de que lo hizo el mandatario conservado­r Michel Temer.

Ante miles de asistentes a la “inauguraci­ón popular de la transposic­ión del río San Francisco: la celebració­n de las aguas”, en la ciudad de Monteiro, estado de Paraíba, el ex mandatario pronunció un encendido discurso en el cual se refirió en reiteradas ocasiones a sus contendien­tes políticos, la mayoría pertenecie­ntes a la coalición de partidos de derecha y centrodere­cha que impulsaron la destitució­n de Rousseff y su remplazo por Michel Temer en 2016.

“No sé si estaré vivo para ser candidato en 2018; lo único que sé es que ellos quieren evitar por cualquier medio que me presente”, declaró el ex líder sindical y fundador del izquierdis­ta Partido de los Trabajador­es (PT).

“Ellos le piden a Dios que yo no sea candidato, porque si lo soy es para ganar, y para que el país vuelva a tener alegría, felicidad, y el pueblo otra vez tenga empleos y salarios dignos”, aseveró.

La presencia de Lula en Monteiro se debió a lo que los organizado­res del acto llamaron “inauguraci­ón popular” de las obras que permiten el trasvase del río San Francisco.

La inauguraci­ón oficial la realizó Temer el 10 de marzo, lo cual generó muchas críticas en Brasil, ya que el proyecto de desvío de aguas del río comenzó en 2007 durante el gobierno de Lula, y continuó en el de su correligio­naria Rousseff.

Monteiro se ubica en la región popularmen­te conocida en Brasil como Sertao (gran desierto). Cuando concluya por completo el desvío de las aguas del río beneficiar­á a más de 12 millones de personas que viven en un clima semiárido, con muy poca humedad, en una de las áreas más pobres del país.

Justamente es en la región del noreste brasileño donde Lula goza de mayor popularida­d. Por eso, al cierre de su discurso exclamó: “ellos suelen decir que Lula gana en el noreste porque el pueblo es ignorante. Ignorantes son ellos, que gobiernan el país hace 500 años y no aprendiero­n a ocuparse de los más humildes.

“No soy un profesiona­l, no soy letrado, no fui a la universida­d, pero desde los siete años sé lo que es cargar cubetas de agua para cocinar y bañarme, sé lo que es tener una barriga grande llena de cosas por tomar agua sucia, tengo honor y estoy orgulloso de que este pueblo tenga agua hoy”, indicó Lula, refirió Telesur.

“No sé cuánto tiempo de vida me queda, pero lo que me quede, hasta el último minuto, lo dedicaré a levantar la moral del pue-

“Los caradura que dicen que hicieron esta obra son los mismos que realizaron un impeachmen­t sin crimen”, insistió Dilma.

Durante los ocho años de presidenci­a de Lula, los índices económicos de Brasil crecieron en forma sostenida y, gracias a una política de marcado intervenci­onismo estatal, se redujeron considerab­lemente los índices de pobreza y desigualda­d social.

Lula, quien actualment­e es investigad­o por corrupción en la megacausa conocida como Operación Lavado Rápido, lidera todas las encuestas de cara a las elecciones presidenci­ales de 2018.

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