Investigan en la UAM reducir efecto invernadero de desechos de ganado
Plantel Xochimilco desarrolla proyectos de biología molecular
iles de homicidios cada año y la violencia en aumento, sí; promover en el país la muerte digna, no; tráfico de droga y compra de armas a Estados Unidos, sí; legalizar la eutanasia, no; sobresueldos insultantes a funcionarios que vigilan la democracia, sí; coordinación de la Secretaría de Salud con el notariado nacional para federalizar el documento de voluntad anticipada, no, etc. Los desafíos de la época son no enloquecer, no rendirse y… sonreír, ese reír silencioso y suave con un simple movimiento de labios y, si es posible, de pómulos y ojos, ante una situación, grata o no. Entre algunos chamanes se conoce a la sonrisa como “la espantademonios”, precisamente porque sonreír, sin fingimiento o como recurso, incluso ante rostros serios, alterados o amenazadores, es gesto que refleja seguridad, fluidez, desafío gentil para favorecer un posible diálogo, carta de presentación antisolemne o, en última instancia, evidencia de que no se pertenece a la clase política o eclesiástica, donde el semblante adusto es confundido con capacidad o con vida interior. Son solemnes, no serios, pues han sustituido la congruencia con la tiesura. Ahora, sonreír, además de que puede ser fuente de bienestar propio y ajeno, posee una química con efectos directos sobre la salud de quien lo hace, sobre todo en la medida que seamos conscientes de las implicaciones de ese acto en nuestro organismo. No se trata de sonreír mecánicamente, sino de hacerlo intencionadamente hacia nosotros mismos, a efecto de practicar lo que se conoce como sonrisa interior, dirigida a nuestros órganos, tejidos y glándulas que, al ser sonreídos, secretan sustancias que los reparan y nutren. La práctica de esta poco conocida sonrisa interior empieza en y por los ojos, que son los primeros en proyectar y recibir señales emocionales, por lo que si relajamos nuestros ojos –cerrarlos y rotarlos en ambas direcciones, luego parar y dejarlos fijos– podemos relajar todo nuestro cuerpo. Esa sensación de relajación ocular se convierte entonces en sonrisa interna y externa que se extiende por toda la cara, incluidos lengua, huesos, cerebro y mandíbula. Se puede sentir al rostro respirar a través de tu sonrisa, pero ahora con una respiración espaciada donde el aire entra no sólo por la nariz, sino también por ojos y rostro al sonreír en cada inhalación, lo que empieza a liberar de tensiones y negatividad, espantando todo tipo de demonios. Académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) investigan las bacterias que viven en el sistema digestivo del ganado, con el fin de disminuir los gases de efecto invernadero que producen los estómagos de los rumiantes, pues contribuyen al calentamiento global.
Germán Mendoza, del Laboratorio Nacional de Nutrigenómica y Microbiómica Digestiva Animal de la UAM Xochimilco, explicó que “mediante la aplicación de la biología molecular tratamos de reducir la emisión de gases sin comprometer la producción animal”.
Los bovinos, caprinos y ovinos poseen aparatos digestivos que se caracterizan por producir una fermentación que se convierte en metano y CO2, gases de efecto invernadero, explicó.
Otro proyectos de investigación en la UAM se relaciona con equinos, animales utilizados como fuerza de trabajo en regiones rurales. El estudio se centra en analizar la compleja estructura intestinal de los caballos, portadores de vastas comunidades bacterianas: “mediante su implementación mineral observamos sus efectos en la digestibilidad y en la salud” de esta especie, indicó Mendoza Martínez.
El investigador subrayó que se espera que el número de proyectos crezca, pues “al ser un laboratorio nacional las puertas están abiertas”, y destacó que han “recibido a alumnos visitantes de las universidades Autónoma de Guerrero, Benemérita Autónoma de Puebla y Nacional Autónoma de México, aunque también queremos que participen profesores”.
Daniel Martínez Gómez, profesor-investigador de la UAM, comentó que dentro de las capacidades técnicas y operativas del laboratorio destacan dos equipamientos; uno de ellos es un secuenciador de 12 carriles, útil para obtener series genéticas de 800 pares de bases de cualquier fragmento de ADN; con estos instrumentos se ha construido una biblioteca genómica, dijo.
Mencionó que el laboratorio cuenta con un equipo analizador de fragmentos, el cual mide tamaños de ADN de manera similar al secuenciador, pero con capacidad mayor de procesamiento para mayor número de muestras, con lo que la tipificación genética se ve agilizada.
“También tenemos un dispositivo PCR tiempo real que permite hallar polimorfismos en secuencias de ADN; es decir, al comparar dos individuos de la misma especie podemos evaluar de forma precisa si son distintos genéticamente”, detalló.
Es el primer laboratorio dotado de infraestructura tecnológica de primer nivel, en el que “pueden desarrollarse proyectos de gran envergadura que sean colaborativos, sin necesidad de que los investigadores viajen a otros países para recibir capacitación”, concluyó.