Vales de despensa no podrán comprar bebidas energizantes; arriesgan la salud
“Había ambigüedad” en el dictamen: diputada del PRI
En la actualidad, 9.2 millones de personas carecen de agua potable, pero los estados del sureste del país –donde se encuentra el 50 por ciento del líquido nacional– son los que padecen mayor rezago del servicio.
Ahí la carencia afecta, en promedio, a una de cada cuatro personas. Este año, frente a este panorama, el gobierno federal redujo el presupuesto al sector, y en varias ciudades se impulsa la privatización del suministro del líquido.
Mañana miércoles se conmemora el Día Mundial del Agua, con el lema Aguas residuales, ¿por qué desperdiciar el agua? Se estima que en el mundo más de 80 por ciento del líquido residual que se genera vuelve a los ecosistemas sin ser tratado ni reciclado, y hay mil 800 millones de personas que usan alguna fuente contaminada por material fecal, lo que las pone en riesgo de contraer cólera, disentería, tifus o polio, según información de Naciones Unidas.
En México se trata 52.8 por ciento de las aguas sucias en 2 mil 337 plantas, indica la Comisión Nacional del Agua (Conagua).
Menos recursos
En relación con el rezago en el servicio de agua potable, en Guerrero está afectada 34 por ciento de la población, en Chiapas 17.6, en Oaxaca 21.7, en Tabasco 23.6 y en Veracruz 14.2 por ciento, de acuerdo con los datos hasta 2015 del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
Con la reducción de 40 por ciento del presupuesto entre 2016 y 2017 –este año la Conagua cuenta con alrededor de 26 mil millones de pesos–, se relanzó la estrategia de privatización de servicios en este renglón, la cual se buscó aplicar en Mexicali, Baja California, y en Ramos Arizpe, Coahuila, pero fracasó ante la movilización ciudadana.
Frente a esta tendencia y al retraso en la aprobación de la Ley General de Aguas que garantice el derecho humano a ésta, asentado en la Constitución, en los estados se han comenzado a trabajar legislaciones, explicó Elena Burns de la agrupación Agua para Todos, Agua para la Vida. Esto ocurre en Baja California, Morelos, Puebla, ciudad de México y Veracruz.
En Aguascalientes, Saltillo, Quintana Roo, Veracruz, Puebla y la Ciudad de México, donde algunas fases del servicio están a cargo de empresas particulares, las consecuencias de la privatización han sido alzas en las tarifas; se da prioridad a usuarios que aportan más ingre- La presidenta de la Comisión del Trabajo de la Cámara de Diputados, Georgina Zapata (PRI), explicó que el objeto de prohibir la compra de “bebidas energizantes” con vales de despensa se debe a que, según la Secretaría de Salud, se trata de “las menos nutritivas y son consideradas un riesgo para la salud”.
Confirmó que al darse en la comisión un empate en la votación del proyecto de reforma a la Ley de Ayuda Alimentaria, la discusión se difirió.
“La iniciativa del diputado José Adrián González Navarro (PAN) incluía una ambigüedad, porque se refería a un término que no se especifica en la ley, el de ‘bebidas de alto contenido energético’, y el proyecto de dic- tamen es en sentido positivo, pero con cambios para evitar vacíos jurídicos que deriven en mayor riesgo o ambigüedad”, dijo.
En entrevista, explicó que por esa razón se presentó un documento que cambió el término de “bebidas de alto contenido energético” por el de ”bebidas energetizantes”, como se refiere en la Ley del IEPS a este tipo de productos.
“En ese tenor armonizamos el término y con base en estudios de la propia Secretaría de Salud, de las normas, de expertos y de la Organización Mundial de la Salud para incluir estas bebidas que no nutren al trabajador ni a su familia y traen consecuencias situaciones de salud no sólo para ellos, sino para el país”, indicó.
De esta manera, refirió que la redacción propuesta para el artículo 12 de la Ley de Ayuda Alimentaria para los Trabajadores es prohibir, además de los productos de tabaco y bebidas alcohólicas, la compra de bebidas energizantes con vales de despensa.
El único fin de ese ordenamiento, expuso, es ayudar a la nutrición de los trabajadores, y si no se limita la adquisición de esos productos “existiría una contradicción de ley que este tipo de bebidas que, si bien nos gusta tomarlas, no podemos permitir los resultados negativos de su consumo.
“No es que queramos coartar su compra, sino hacer diferencia entre una ayuda alimentaria y un gusto personal”, expresó la legisladora del tricolor.