Cambio de situación sustantivo
n ausencia de información oficial consistente, pero atendiendo los hechos cotidianos, se advierte un cambio de situación sustantivo en las operaciones anticrimen: se ha iniciado un repliegue. El más interesante de los corolarios es que pareciera que al fin hay el reconocimiento de que se iba por la ruta equivocada y que el poco más de un año restante a la actual administración es apenas el tiempo necesario para medio arreglar el tiradero de 10 años y apuntalar al gobierno en lo posible.
Los hechos delatores son en lo general de tres tipos: uno es la notoria reducción de casos violentos en que participen las fuerzas del orden, esto por encima de los actos criminales de Tepic. Otro es el reforzamiento (le llaman blindaje) de los principales puertos y terminales marítimas del país: Manzanillo y Lázaro Cárdenas en el litoral Pacífico, y Tampico, Altamira, Tuxpan, Veracruz y Coatzacoalcos en el Golfo. Este reforzamiento, pensó el gobierno, será más efectivo aún si se pone a los más de 100 puertos y terminales bajo el mando de personal de la Armada, decisión dudosa que el tiempo se encargará de certificar. Esos puertos son clave para asegurar el comercio internacional.
Complemento del razonamiento es un tercer hecho delator: intensificar el patrullaje de aquellas ciudades de importancia propia, como Tijuana, Nuevo Laredo, Monterrey, Guadalajara, León-Silao, y de las que, como Acapulco, Veracruz y Reynosa, sufren situaciones de crisis estructural.
El razonamiento es simple: el gobierno supone que el repliegue traerá mejores condiciones de estabilidad al evitar enfrentamientos en zonas urbanas emblemáticas; el blindaje de los puertos dará seguridad a presuntos