Recupera investigadora la poesía de autoras mexicanas vinculada con el arte dancístico
El Museo de Arte Popular (MAP) inaugura hoy la exposición El Sur/ sureste: su materia y su artesanía, tercera y última de la serie El Norte y el Centro…
La finalidad de ese proyecto es evidenciar la profunda influencia de la biodiversidad en el desarrollo y la creación del arte popular y las artesanías, en la cultura regional y, como consecuencia, la formación de la cultura de una nación.
En la exposición, más de 600 piezas de origen natural y artesanal, así como obras artísticas, buscan patentizar cómo en las regiones sur y sureste del país, que forman parte del Corredor Biológico Mesoamericano, se distribuye gran cantidad de especies animales y vegetales, muchas endémicas, y la manera en que inciden en la vida cotidiana desde los puntos de vista social, cultural y artístico.
Entre las obras exhibidas destacan pinturas de Francisco Toledo y Luis Nishizawa, así como artesanías (textiles, tallados en madera, esculturas en carey y hueso, miniaturas, prendas de vestir) de creadores de los Altos de Chiapas, Oaxaca, Guerrero, Yucatán y Tabasco, así como ejemplares naturales de la colección del Instituto de Biología de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Simbiosis: obra-objeto y ambiente
De acuerdo con Walter Boesterly, director del MAP, el clima y la biodiversidad de una región o un lugar condicionan la forma y el estilo de vida humanos, así como sus expresiones culturales, los materiales que utilizan y los diseños que elaboran.
‘‘En la muestra podrá apreciarse cómo la biodiversidad no sólo es aprovechada desde el punto de vista de la materia prima. También es una forma inspiracional que determina cierto diseño y los colores. La obra va siendo confinada a las características del medio ambiente. Hay una correlación simbiótica entre la obra-objeto y el ambiente.”
Mencionó que en su hábitat natural jamás podrá verse a un esquimal con sombrero de palma; tampoco a un lacandón en la selva que use pieles de animales.
Durante un recorrido por la muestra, el también restaurador señaló la importancia de las expresiones del arte popular para el llamado arte culto, tema que en su opinión siempre suscita polémica.
Sostuvo que todas las corrientes artísticas abrevan en el arte popular y la artesanía. Aludió a la música nacionalista rusa, el Chac Mool para el escultor inglés Henry Moore, el arte primitivo africano para Pablo Picasso o el arte popular mexicano para Diego Rivera y Frida Kahlo.
Walter Boesterly destacó que la propuesta de El Sur/ sureste: su materia y su artesanía no está delimitada por aspectos geopolíticos, sino por la bioquímica, la cual depende de la geografía que, a su vez, determina el medio ambiente y las formas de vida humana.
Las propuestas de esa índole, según el funcionario, son esenciales para que la sociedad tome conciencia de la correlación me- Con la finalidad de recuperar la poesía de las mexicanas sobre danza a lo largo de la historia, se publica la antología Ellas le cantan a la danza, a cargo de la investigadora y poeta Patricia Camacho Quintos, que será presentada el lunes 27 en la Casa del Poeta Ramón López Velarde.
Para Camacho Quintos, poesía y danza tienen una relación muy íntima, pues en ambas es importante el ritmo, así como la vulnerabilidad del autor o bailarín.
‘‘Al trabajar una obra el autor despliega sus emociones y su imaginería en el poema y la bailarina lo hace en un salón de ensayos va- cío. Esta relación la he vivido muy de cerca porque el arte dancístico es parte importante en mi vida. No soy bailarina, porque no tenía las condiciones para serlo, pero conmigo la danza fue amor a primera vista y nunca la dejé.
‘‘Escribo poesía desde joven, pero fue en 2002 cuando publiqué mi primer libro AMORtajada de muerte y otros poemas, al que siguieron dos publicaciones. Ahora en la antología se unen danza y poesía.”
Con más de 20 años de ser investigadora en el Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de la Danza (Cenidi-Danza) José Limón, a Patricia Camacho le interesó publicar la antología porque se percató de que los poetas en el siglo XIX escribieron sobre las bailarinas, a quienes consideraban seres enigmáticos y delicados, pero quería conocer lo que han escrito las mujeres sobre danza y qué piensan las bailarinas.
Por un lenguaje propio
En entrevista con La Jornada, Patricia Camacho recordó que en 2013 impartió un taller de poesía para bailarinas. ‘‘Cada una tiene su sello personal y afortunadamente ninguna se parece a mí, porque trato de que mis alumnos no me emulen, sino que busquen su personalidad en su lenguaje”.
En la antología figuran poemas de Ana Zayas, Nellie Campobello, Dolores Castro, Rosario Castellanos, Thelma Nava, Elva Macías, Pura López Colomé, Carmen Boullosa y Patricia Camacho Quintos, así como de las bailarinas Sonia María Jiménez González, Olinka Huerta, Cristina Cobos, Beatriz Pérez Recagno, Martha Galván Pastoriza, Anadel Lynton y Luz Ureña.
Ellas le cantan a la danza, coeditada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y La Cuadrilla de la Langosta, será presentará el 27 de marzo a las 17 horas en el café bar Las hormigas de la Casa del Poeta Ramón López Velarde (Álvaro Obregón 73, colonia Roma).