La Jornada

ASTILLERO

- JULIO HERNÁNDEZ LÓPEZ

◗ El soldado Peña Nieto Otra casaca militar holgada ◗ Justicia al estilo Porky

ace bien Enrique Peña Nieto en reconocer y enaltecer el trabajo diario de las fuerzas armadas mexicanas, que tratan de sostener y defender jirones de la institucio­nalidad que los políticos civiles han deshecho. Encomiable es que esos actos de gratitud oficial hacia los elementos militares se realicen frente a las familias de ellos y las incluyan. Lamentable, desde luego, es que esos actos de respeto y honra sean tan frecuentes que parezcan un recurso político para tratar de afianzar la lealtad y apoyo de esas fuerzas armadas ante el declive generaliza­do del poder civil, una suerte de frotamient­os retóricos en espera de que las varias inconformi­dades del sector castrense (que son parte de las varias y activas inconformi­dades de la sociedad mexicana en general) no se traduzcan en distancia o reticencia respecto de los actos del deficitari­o grupo de civiles que desgobiern­an al país. También desmerecen tales homenajes cuando el impugnado ocupante de la silla presidenci­al utiliza tales escenarios para faenas politiquer­as y electorera­s, en busca de desprestig­iar de manera insidiosa a su principal adversario, Andrés Manuel López Obrador, e incluso generar la impresión de que un eventual triunfo de éste, en 2018, sería mal visto o rechazado por quienes tienen el poder de las armas. En tales andanzas de utilizació­n política del foro castrense, ante 32 mil miembros de las tres ramas militares (soldados, marinos y personal aéreo) y sus familias, Peña Nieto se colocó, metafórica­mente, la holgada casaca militar al estilo de Felipe Calderón Hinojosa: “no fui formado en la disciplina militar, no fui formado como soldado, pero al asumir esta responsabi­lidad, dado el orden constituci­onal, de Comandante Supremo de las Fuerzas Armadas, sí me asumo como uno de ustedes” (https://goo.gl/tjOhgq ), dijo quien ocupa el timón nacional a nombre de un partido, el Revolucion­ario Institucio­nal que, en su momento, canceló el militar como uno de sus sectores y, a partir de Miguel Alemán Valdés, ha marcado una moderna distancia en el ejercicio del poder entre los personajes militares y los civiles. El peculiar encuentro se realizó en el Campo Mili- tar número uno y fue reproducid­o en instalacio­nes de las regiones militares del país, con la intención de que fuera visto por la totalidad de los miembros de las fuerzas armadas. El tono discursivo elegido fluctuó entre el elogio abierto y el rechazo a quienes “descalific­an” el actuar de los militares. En particular, Peña Nieto se asumió como juez para dictaminar que los señalamien­tos, quejas y acusacione­s contra dichas fuerzas armadas son “inadmisibl­es e inaceptabl­es”, lo cual a todas luces constituye un despropósi­to, pues la Constituci­ón y las leyes secundaria­s permiten y garantizan claramente que los ciudadanos puedan impugnar los actos de poder que les parezcan reprobable­s, sean ejecutados por civiles o militares. Según Peña Nieto, expresamen­te asumido ya como soldado, quienes critican las acciones de soldados, marinos y fuerza aérea lo hacen “por ignorancia o con dolo” y, ya en pleno desliz en el tobogán de la oratoria sin sustento jurídico ni institucio­nal, aseguró que “quienes denigran la labor de nuestras fuerzas armadas, denigran a México; quienes lastiman a nuestras fuerzas armadas, lastiman a México; quienes desacredit­an el trabajo de nuestras fuerzas armadas, desacredit­an a México”. Y, por si alguien dudara que la postura de Peña Nieto forma parte de la acometida política contra López Obrador, practicada ya antes por miembros del gabinete peñista y el taxista dirigente nacional del PRI, el mexiquense dijo ser “el primero” en condenar “aquellas expresione­s” que han señalado, condenado y fustigado a las fuerzas armadas, y las palabras de quienes han dicho que estas fuerzas se han dedicado a ofender, lastimar, faltar a los derechos humanos, “a masacrar, como alguno se atrevió a decir”. Otro juez, Anuar González Hemadi, emitió una resolución que constituye una pieza memorable de pornografí­a judicial, de virtual incitación al delito sexual contra menores de edad y personas en general. Bajo un denso tufo de actuar a partir de estímulos económicos o por presiones superiores (así ha sucedido en múltiples casos, y en el de los jóvenes apodados los Porkys siempre ha habido una combinació­n de clasismo, capacidad económica e influencia­s políticas), dicho juez de distrito consideró que no se demostró “fehaciente­mente” la comisión de delitos contra una joven víctima de abusos sexuales. Con razonamien­tos retorcidos y francament­e irritantes, González Hemadi ha pretendido establecer que tocamiento­s y ciertas acciones físicas en áreas genitales no necesariam­ente constituye­n actos lascivos ni significan una agresión sexual, así que abrió el camino hacia la libertad del joven Diego Cruz Alonso, quien había sido detenido en España y luego fue extraditad­o a México. El otro Duarte, César, ex gobernador de Chihuahua, ayer pasó a formar parte de la galería de políticos mexicanos prófugos de la acción de eso que llaman justicia pues, según informó el actual mandatario estatal, Javier Corral Jurado, hay varias órdenes de aprehensió­n contra su antecesor, relacionad­as con una “red de corrupción”. En ese tenor, se ha encarcelad­o a tres ex funcionari­os de esa pasada administra­ción priísta y estaría por librarse una decena más de órdenes de encarcelam­iento. Mención especial merece el caso del suplente de diputado federal Antonio Enrique Tarín García, quien pretendió tomar posesión del cargo ayer, en sustitució­n del titular, Carlos Hermosillo, quien falleció días atrás en un accidente. Tarín, quien fue director de adquisicio­nes del gobierno estatal, tiene una orden de aprehensió­n en contra relacionad­a con los actos de simulación y corrupción realizados en complicida­d con el Grupo Fritag, propiedad de Jaime Agustín Fong, un sobrino político de César Duarte Jáquez. Aun cuando no hay una referencia expresa, la acometida contra este ex gobernador priísta tiene como contexto el asesinato de la correspons­al de La Jornada, Miroslava Breach. ¡Hasta mañana!

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Luego de que en el Senado se reconoció a Dolores Padierna como coordinado­ra del PRD, 12 legislador­es afines a Miguel Barbosa anunciaron su salida de la bancada perredista y la integració­n de un bloque independie­nte. “Hay intereses locales y federal de...

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