Número de encuentros, por importancia económica de cada nación, no deportiva
El ex futbolista Manuel Negrete consideró que México “fue minimizado” en la candidatura para organizar el Mundial de 2026, que se anunció ayer en Nueva York, conjuntamente con Estados Unidos y Canadá, luego de darse a conocer que sólo albergaría 10 de los 80 partidos que se disputarán en el certamen.
No obstante, aseguró que “hay que ver el lado bueno; es mejor tener 10 encuentros a no tener nada, eso es preferible a que Estados Unidos lo organice solo. Son muy pocos duelos, pero creo que más que lamentarnos hay que alegrarnos, porque vamos a tener futbol y eso es lo más importante”.
El autor de un gol memorable en México 1986 opinó que el país tiene “toda la capacidad” para albergar solo un Mundial, pues “cuenta con infraestructura, con estadios de alto nivel, como el Azteca, el de Chivas o el de Monterrey, y además alto número de aficionados al futbol; en eso llevamos ventaja frente a ellos (Estados Unidos y Canadá)”.
Agregó que “además faltan muchos años, en todo ese tiempo se podrían hacer los ajustes que se requieren para ser sede de un certamen de esta magnitud; sé que es difícil, pero no imposible”.
Asimismo, el ex seleccionado nacional estimó que el número de partidos para cada participante (60 para Estados Unidos, 10 para México y 10 para Canadá) se designó “de acuerdo con el poder económico de cada nación.
“Ahí no había forma de ganarles; si fuera por historia, tradición o méritos futbolísticos tendríamos la delantera, pero no es así. Ambos han crecido en cuanto a la práctica de este deporte, sobre todo los estadunidenses, pero nosotros tenemos más logros y más peso en el balompié mundial”.
En tanto, Fernando Quirarte, su compañero en la selección tricolor en México 86, lamentó que el país no hubiera lanzado su candidatura individual para el Mundial de 2026.
“Si vas por un Mundial… vas solo, y no con otros… y que únicamente te den 10 partidos no vale la pena. México puede organizarlo sin ayuda de otros países, eso demuestra una vez más el poder que tiene Estados Unidos en la zona; ahora no sólo es político, sino también futbolístico”, aseveró.