EN MEMORIA DE ALFREDO DEL VALLE, ASESINADO HACE 11 AÑOS
Fue el 15 de abril de 2006, Sábado de Gloria, como hoy, que mi hermano Alfredo del Valle Espinosa, secretario de Servicios Parlamentarios de la Cámara de Diputados, fue privado de la vida de forma violenta, como si quisieran desintegrarlo o desaparecerlo en un instante.
Han pasado 11 años de tan trágico suceso, en el que sólo quien ha pasado por esa situación sabe lo que trae dentro, al perder a un ser querido de esa forma.
Once años en que lo establecido en nuestra Carta Magna, de que la impartición de justicia sea pronta y expedita, no ha aplicado; este caso, como muchos otros en Ciudad de México, ya ha quedado en el olvido, como sólo un expediente más, que no se ha podido o no se pudo esclarecer, mientras el o los responsables andan por las calles, quizá perpetrando más crímenes.
Mientras viva, seguiré por este mi amado México, pero no con la cabeza baja, sino luchando para que haya justicia real, no sólo para unos cuantos, y que los funcionarios del Poder Judicial realicen su trabajo con profesionalismo y ética, dando respuestas concretas ante la comisión de delitos.
Tú, mi querido hermano, estarás, a mi lado, ahora como mi ángel y mi guía, porque no falleciste, sólo te transformaste, y lo que me enseñaste no lo olvido. Te ama,