El bombazo de Estados Unidos en Afganistán mató a 36 combatientes
El gobierno estadunidense estudia sus “opciones militares” respecto del programa nuclear de Corea del Norte, confirmó este viernes un consejero de política exterior de la Casa Blanca. Señaló que no es cuestión de si habrá más pruebas atómicas, sino cuándo. Por su parte, el gobierno norcoreano prometió que habrá una “respuesta sin piedad” ante cualquier provocación de Washington, que decidió enviar uno de sus portaviones hacia la península coreana. Tanto Rusia como China pidieron a ambos países cesar las amenazas e impedir que escale la tensión.
Estados Unidos está valorando cómo enfrentar esa amenaza, al tiempo que crecen las especulaciones sobre la posibilidad de que Pyongyang lleve a cabo un ensayo el sábado, afirmó una fuente en Washington que pidió el anonimato.
“Ya se están estudiando las opciones militares. Con este régimen no es cuestión de si ocurrirá o no, sino cuándo”, aseveró. El presidente Donald Trump adelantó que su gobierno se encargaría del “problema” que supone Corea del Norte.
En horas recientes han surgido informes sobre la actividad nuclear en Corea del Norte en víspera del sábado, día en que se conmemorará el 105 aniversario del nacimiento del fundador del país, Kim Il-sung.
El programa continúa
“Han telegrafiado un poco, no es ninguna sorpresa que el aniversario es el sábado. Tradicionalmente (el líder norcoreano Kim Jong-un) organiza un gran desfile y saca las armas y el armamento de imitación”, apuntó la fuente. “Desgraciadamente, no es sorpresa para nosotros. (Kim) sigue desarrollando su programa, lanzando misiles al mar de Japón”, agregó.
En una declaración publicada por KCNA, la agencia de prensa oficial norcoreana, el ejército aseguró que las bases estadunidenses en Corea del Sur, “igual que los cuarteles generales del mal”, en referencia, entre otras, a la presidencia surcoreana, serían “pulverizadas en pocos minutos” en caso de guerra.
Trump prometió el jueves que se encargaría del “problema” norcoreano y anunció el envío a la península norcoreana del portaviones Carl Vinson, escoltado por tres navíos lanzamisiles. También habló de una “armada” que incluiría submarinos.
Ese tipo de portaviones suele transportar entre 70 y 80 aviones o helicópteros, incluyendo unos 50 aparatos de combate. El vice- La bomba no nuclear más potente de Estados Unidos destruyó el jueves un bastión del grupo yihadista Estado Islámico (EI) en el este de Afganistán matando al menos a 36 combatientes, indicó este viernes el gobierno afgano, el cual descartó que haya víctimas civiles.
La aviación estadunidense utilizó el jueves por vez primera en combate la bomba aérea de artillería masiva (MOAB) GBU43/B, apodada la madre de todas las bombas, contra posiciones del EI en el distrito de Achin, situado en la frontera con Pakistán. “El bombardeo destruyó reductos estratégicos de Daesh (acrónimo árabe del EI), una red profunda de túneles y mató a 36 combatientes yihadistas”, indicó el ministerio afgano de Defensa en un escrito.
Horas después, en un comunicado publicado por la agencia de propaganda Amaq, el EI desmintió haber sufrido bajas.
La bomba, lanzada desde un avión de transporte MC-130, pesa 9.8 toneladas y tiene una potencia equivalente a la de 11 toneladas de TNT. Se diseñó inicialmente para intimidar al enemigo y despejar grandes áreas. La explosión del jueves retumbó en varios kilómetros a la redonda y envolvió en llamas la zona del impacto destruyendo, según autoridades locales, una red de cuevas y túneles subterráneos que los yihadistas habían minado para impedir un asalto de tropas terrestres.
El mandatario estadunidense, Donald Trump, calificó la misión en el distrito de Achin de “muy, muy exitosa”.
Expertos en seguridad recordaron que el grupo yihadista ins- taló sus bases cerca de viviendas, pero el gobierno afgano indicó que miles de familias huyeron del lugar en meses recientes. El presidente Ashraf Ghani, quien defendió la pertinencia del ataque, insistió en que se tomaron precauciones para evitar víctimas civiles.
El bombardeo suscitó, sin embargo, críticas del embajador afgano en Pakistán, Omar Zakhilwal. “Me parece reprensible y contraproducente el uso en nuestro suelo de la mayor bomba no nuclear”, declaró en Twitter. “Si las mayores bombas fueran la solución, estaríamos hoy día en el lugar más seguro del mundo”. Un portavoz de los talibanes, Zabihullah Mujahid, criticó en un comunicado que Estados Unidos utilice a “Afganistán como laboratorio experimental”, y opinó que eliminar a Daesh era “el trabajo de los afganos”.