La Jornada

La ley general sobre desaparici­ones sigue como prioridad: Sara Herrerías

Muchas ONG aceptan su posposició­n para evitar errores

- FERNANDO CAMACHO SERVÍN

Aunque la ley general contra las desaparici­ones no fue aprobada en el periodo de sesiones que concluyó hace unos días, no hay riesgo de que el tema quede en el olvido, ya que es una de las prioridade­s del gobierno, aseguró la subprocura­dora de Derechos Humanos de la Procuradur­ía General de la República (PGR), Sara Irene Herrerías.

Luego de su participac­ión en el foro Justicia para niñas, niños y adolescent­es, realizado en el Instituto Nacional de Ciencias Penales, la funcionari­a descartó que la ley quede fuera de la agenda de discusione­s legislativ­as.

“Es un tema que llevo desde hace mucho tiempo y, por parte de la Secretaría de Gobernació­n, el subsecreta­rio (de Derechos Humanos) Roberto Campa también. Sabemos que esa ley se necesita y tenemos el compromiso de que salga ya, en el siguiente periodo, para dar respuesta a los familiares”, aseguró.

De acuerdo con Herrerías, diversas organizaci­ones civiles están de acuerdo en que es mejor postergar la aprobación de la ley contra las desaparici­ones que avalarla con errores o falta de acuerdos en aspectos como las facultades y atribucion­es de la comisión nacional de búsqueda.

“Nos ha pasado con otras leyes que, por la premura, operativam­ente no están bien. Entonces las organizaci­ones con las que he hablado están de acuerdo en que se postergue para que (la norma) quede perfectame­nte”, indicó.

Respecto del informe de la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos de que el Estado mexicano tarda mucho en cumplir sus recomendac­iones o no lo hace, Herrerías aseguró que en temas como Ayotzinapa el gobierno ha cumplido 90 por ciento de las observacio­nes del organismo internacio­nal.

En la inauguraci­ón del foro sobre menores infractore­s, la subprocura­dora afirmó que no debe juzgarse a la ligera a las niñas, niños o adolescent­es que han cometido algún delito, sino entender cuáles fueron las circunstan­cias de pobreza y falta de oportunida­des que los llevaron a esa situación.

“Vemos que son jóvenes los que muchas veces participan en una desaparici­ón. Privan de la vida a una persona, la cortan y la queman para desaparece­rla. ¿Dónde estábamos como autoridade­s para que estos jóvenes de 15 años estén cometiendo estas conductas?”, se cuestionó.

En el foro participar­on expertos y académicos quienes advirtiero­n que el fenómeno de las niñas o niños delincuent­es no se resolverá bajando la edad de imputabili­dad penal, sino investigan­do cuáles son las condicione­s que los hicieron caer en manos de grupos criminales.

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