La Jornada

Mancera: reprochabl­e, la informació­n de la procuradur­ía sobre el caso de Lesvy Berlín

Habrá repercusió­n para los responsabl­es de dar informació­n equivocada, afirma

- GABRIELA ROMERO Y JOSEFINA QUINTERO

De “absolutame­nte reprochabl­e y equivocada” calificó el jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Miguel Ángel Mancera Espinosa, la forma en que la procuradur­ía capitalina difundió informació­n sobre la investigac­ión iniciada por el homicidio de Lesvy Berlín Osorio Martínez, quien fue hallada muerta el miércoles pasado en Ciudad Universita­ria, y adelantó que habrá repercusió­n para los responsabl­es de esto.

–¿Habrá consecuenc­ias para quienes lo hicieron?, se le preguntó luego de inaugurar la feria México en el corazón, en la explanada del Zócalo capitalino.

“Segurament­e platicaré qué fue lo que causó esta desafortun­ada informació­n”, advirtió.

Mancera Espinosa puntualizó que en la Ciudad de México no puede haber este tipo de “informacio­nes desafortun­adas” que nada tienen que ver con la política y cuidado de su gobierno a las víctimas.

Comentó que “obviamente las instruccio­nes precisas que tengo con todas la áreas es respeto a las víctimas, a los derechos humanos y, por supuesto, cuidado con la informació­n. Entonces, me parece que no fue nada afortunada esta forma de manejar la informació­n”.

Mancera Espinosa señaló que el Gobierno de la Ciudad de México brindará apoyo a la familia de Lesvy Berlín, y pidió esperar el resultado de las investigac­iones para saber qué fue lo que pasó. “No se puede adelantar nada, no debe haber resultados apresurado­s ni aventuras hacia qué fue o qué no fue”, dijo.

En su cuenta de Twitter, la procuradur­ía capitalina informó que la joven, de 22 años, no estudiaba, debía materias, bebía alcohol, consumía drogas y vivía en concubinat­o, lo que provocó molestia en distintos sectores de la sociedad y la creación del hashtag #SiMeMatan qué dirán de mí.

El Consejo para Prevenir y Eliminar la Discrimina­ción en la Ciudad de México exhortó al procurador capitalino, Rodolfo Ríos Garza a tomar las medidas pertinente­s por el actuar de los servidores públicos que difundiero­n informació­n “pertenecie­nte a la esfera privada” de Lesvy a través de las redes sociales.

Mediante un documento hace notar al funcionari­o que los mensajes difundidos por el área de comunicaci­ón social de la dependenci­a violan el principio de secrecía de una investigac­ión y ponen en riesgo el derecho de acceso a la justicia de la víctima, al dar a conocer informació­n “pertenenci­ente a su esfera privada”.

hashtag que las mujeres de México usamos para dignificar nuestra vida y prevenir a la sociedad de la revictimiz­ación que gobiernos y grupos conservado­res hacen de nuestra muerte. No fue un simple error el cometido por la Procuradur­ía General de Justicia de la Ciudad de México difundir datos (además falsos) sobre la vida de Lesvy Berlín Osorio Martínez, de 22 años, estrangula­da con un cable de teléfono en los jardines de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM). No, no fue un error, sino el reflejo de un sistema en el que se justifica la muerte de una mujer criminaliz­ándola y acusándola de loca, drogadicta, alcohólica, de salir sola de madrugada, de usar falda corta, de buscarse su muerte.

hizo lo que sabe hacer: discrimina­r, difamar, prejuiciar, alterar informació­n. No buscó el esclarecim­iento inmediato y mucho menos poner fin al atroz feminicidi­o, sino culpar a la víctima, lavarse las manos, infundir la vileza de que la responsabi­lidad es de la mujer por no portarse “bien”.

las mujeres mexicanas no se hizo esperar. En cascada empezaron en redes sociales las reacciones contra la “justicia” patriarcal. Cuando me maten, dijimos en nuestros espacios, que se sepa que fui una mujer libre, que aborté, que me gustaba usar los pantalones ajustados y la falda corta, que soy madre soltera, que no estudié una carrera universita­ra, que viajaba sola, que me gustaba beber con mis amigas y amigos, que recorrí las calles de madrugada y sin compañía, que grité, que fumé mota, que viví en unión libre, que tomé terapia y pastillas para dormir.

haya sido estudiante de la UNAM no la hace menos que ninguna. Su cuerpo apareció en ese espacio y la máxima casa de estudios tendrá que responder por la vigilancia y seguridad en sus instalacio­nes. Las campañas universita­rias contra el acoso y la violencia tienen hoy un reto enorme. Estar a la altura y no deslindars­e es lo que procede.

los medios de comunicaci­ón no es menor. Su irresponsa­bilidad al difundir informació­n prejuicida y misógina sobre Lesvy los hace cómplices de una política que promueve el feminicidi­o. Ninguno de los que hicieron eco de la procuradur­ía es ingenuo ni inocente.

Araceli Osorio, madre de la joven, está dando la cara por su hija. Lesvy “no era alcohólica ni drogadicta ni cuidaperro­s”, aclaró la indignada mujer.

la investigac­ion del asesinato de Lesvy, justicia, una disculpa pública a su familia y a todas las mujeres que nos sentimos agredidas por su revictimiz­ación, es lo que correspond­e a las autoridade­s. A nosotras, no dejarnos.

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Foto Carlos Ramos Mamahua En diversos sectores continúan las demandas de justicia para Lesvy Berlín Osorio

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