Piden cambiar proceso para solicitar alerta de género
El mecanismo para solicitar la alerta de violencia de género requiere cambios para mejorar su aplicación, coincidieron el coordinador de asuntos jurídicos del Instituto Nacional de las Mujeres, Pablo Navarrete, y María de la Luz Estrada, del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
La falta de tiempos definidos en éste ha permitido que se otorguen prórrogas no establecidas en el reglamento a los estados para que atiendan las recomendaciones emitidas por la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim). Ello, antes de que se decrete o no la alerta de género.
María de la Luz Estrada indicó que, a pesar de ser un mecanismo “importante para seguir visibilizando el tema de los feminicidios, tenemos que mejorar todo el proceso de implementación y cumplimiento. Que establezcan claramente los criterios y no se dé apertura a lo discrecional para legitimar los procesos”.
Las prórrogas no están estipuladas
Indicó que las prórrogas no están estipuladas en la ley. “Si somos estrictos, en seis meses la autoridad evalúa si no cumplió, si se decreta la alerta de género. Pero si se plantea flexibilidad, se debe dar cuando en el análisis la autoridad muestre que está avanzando, lo que hizo y por qué se detuvo. Que haya elementos que la propia peticionaria conozca”.
Pablo Navarrete reconoció que el proceso no determina ampliar los tiempos y que “hay muchas cuestiones” que tampoco quedan señaladas, como el plazo, después de que terminan los seis meses, para concretar una determinación de alerta de género, lo cual es uno de los temas “identificados que serán propuestos para la reforma del reglamento”.
Ello ayudaría, subrayó, a “quitar la sospecha de que sean prórrogas indebidas o improcedentes”.
En cambio, consideró, éstas contribuyen a que el Estado cumpla. “Es decir, en seis meses es imposible que se revierta un patrón estructural de discriminación y violencia contra las mujeres. Partiendo de esa base es relevante considerar que si alguien que tenga una circunstancia específica pide una prórroga para implementar, no es de ninguna manera darle una ventaja inadecuada sobre el procedimiento”.
En realidad, destacó, lo que inspira al Conavim y a la Secretaría de Gobernación a extender el plazo “es para que se base en el cumplimiento de las medidas para proteger la vida y la seguridad de las mujeres”. Desde febrero de este año los hijos de Joaquín El Chapo Guzmán Loera comenzaron una disputa contra otros integrantes del cártel de Sinaloa por el liderazgo del grupo delictivo. En sus redes sociales, el mayor de ellos, Iván Archivaldo, escribió: “Muchos se nos han volteado. Corrientes, traidores. No podía esperar más de esos tacuaches”.
Iván Archivaldo y Alfredo Guzmán Salazar, hijos de El Chapo, hicieron parte de su vida en Guadalajara, Jalisco, donde estudiaron y vivían de la riqueza del ex jefe de dicho cártel, pero se involucraron en el negocio de las drogas luego de las detenciones de su padre por el Ejército y la Marina.
Iván Archivaldo es el mayor y quien tiene más experiencia en el mundo del narcotráfico, por estar más cerca de su padre. Se metió de lleno a dirigir esa organización criminal luego de las aprehensiones de Guzmán Loera en Mazatlán y luego en Los Mochis, Sinaloa.
“El jefe manda. Está preso, pero no muerto. Él sigue siendo el patrón”, expresaba en reuniones privadas, con familiares y cómplices, cuando El Chapo estaba en el penal de máxima seguridad del Altiplano, ubicado en el estado de México, y luego en Ciudad Juárez, Chihuahua, señalaron fuentes del gobierno federal. Pero la comunicación entre los hijos y Guzmán Loera se suspendió por completo cuando éste fue extraditado a Estados Unidos.
Ahora son ellos quienes buscan estar al frente del cártel y para ello deben superar las pugnas con el grupo criminal que lidera Dámaso López Núñez, El Licenciado, recién detenido, con quien disputaban la zona sur de Culiacán y el municipio de Navolato, regiones que aparentemente había otorgado El Chapo para agradecer el papel que tuvo Dámaso López en las dos fugas de penales federales.
Ni Alfredo ni Iván Arhivaldo