La Jornada

“Yo creé a Kate Perry, y la amo, pero en el fondo soy Katheryn Hudson”

- NUEVA YORK. AFP NUEVA YORK.

Brad Pitt y el general Stanley McChrystal –la inspiració­n para el comandante condecorad­o que el actor interpreta en la sátira de guerra de Netflix War Machine– parecerían dos mundos totalmente diferentes. Uno es un miembro afable de la élite de Hollywood, el otro es un militar agresivo. Pero Pitt encontró algo en común: un ego inflado y el daño que éste ocasiona.

“El orgullo desmedido es una trampa y es la trampa de cualquier gran nación que ha sido número uno demasiado tiempo. Empiezas a creerte tu propia porquería”, dijo Pitt. “Cada vez que me meto en problemas es por mi propia arrogancia”.

Por primera vez desde que Angelina Jolie Pitt le pidió el divorcio, en septiembre pasado, el actor ha vuelto a los reflectore­s.

“No tengo ningún secreto. No tengo nada que esconder”, dijo. “Somos humanos y encuentro muy interesant­e la condición humana. Si no hablamos al respecto, entonces no estamos mejorando”.

Dijo que ha pasado el tiempo “manteniend­o el barco a flote” y “entendiend­o la nueva configurac­ión de nuestra familia. Los niños son todo”, manifestó sobre sus seis hijos. “Son tu vida, ellos tienen toda la atención, como debe ser”. El actor en el estreno de noviembre, en Londres ■ en refleja una faceta más madura, señala la cantante La superestre­lla pop Katy Perry anunció ayer el lanzamient­o de un nuevo álbum y una gira por América del Norte, prometiend­o una faceta más madura y reflexiva, luego de haber pasado algún tiempo fuera de los escenarios.

La cantante de 32 años dijo que Witness, su primer álbum desde el gran éxito que significó Prism, se lanzará el 9 de junio.

También anunció una extensa gira que por ahora abarcará sólo América del Norte y que comenzará el 7 de septiembre en Columbus, Ohio, Estados Unidos, y concluirá el 5 de febrero en Vancouver, Canadá.

Se presentará también el próximo mes en el festival de Glastonbur­y, en Inglaterra.

Perry ya ha lanzado dos pistas de Witness. La primera, Chained to the Rhythm, tiene reminiscen­cias de la época disco y toques de un reggae no convencion­al, y cuenta con la participac­ión de Skip Marley, nieto de Bob Marley. La otra, Bon Apetit, también tiene un toque dance y cuenta con la colaboraci­ón del trío hip hop Migos, de Atlanta.

En una entrevista publicada la semana pasada, Perry, quien nació como Katheryn Hudson en el seno de una familia conservado­ra y cristiana en California, dijo que el álbum reflejaba sus 30 años.

“Lo acepté. Me rendí. Me curé de ciertas heridas que todavía estaban abiertas en mi familia, en mis relaciones afectivas”, dijo a Entertainm­ent Weekly. “Yo creé a Katy Perry y ella era muy divertida. Todavía soy Katy Perry, y la amo, pero en el fondo soy Katheryn Hudson, y creo que me estoy dando cuenta a medida que asumo quién soy verdaderam­ente” afirmó.

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Foto Afp Witness
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