MÉXICO SA
Peña Nieto en su laberinto Huachicoleros imbatibles ◗ Osorio Chong: chiste cruel
l gobierno peñanietista el engrudo no se le hizo bolas; de plano se le petrificó. Inmerso en la autocomplacencia y la permanente negación de la realidad, a los grandes problemas nacionales –aun los pequeños– cómodamente los tira al muy calderonista basurero de la “percepción equivocada” de los mexicanos sobre la cruda realidad del país. Pero el delicado asunto de los huachicoleros lo ha desnudado una vez más. No sabe cómo ni por dónde entrarle al mercado ilícito de combustibles, robo de hidrocarburos y crecientes tomas clandestinas, mientras el crimen organizado presume músculo y omnipresencia. Y si por estos días el gobierno hace como que hace es sólo por la lamentable muerte de civiles y efectivos de las fuerzas armadas. Allá por diciembre de 2015 la oronda procuradora (en ese entonces) general de la República Arely Gómez –hoy al frente del cadáver de la Función Pública– presumía que la dependencia a su cargo “detectó más de 6 mil tomas clandestinas” de combustible –propiedad de la nación– y enaltecía al Legislativo por aprobar la Ley Federal para Prevenir y Sancionar los Delitos Cometidos en Materia de Hidrocarburos, que entró en vigor el 12 de enero de 2016. Pues bien, un año después el robo de combustible, las tomas clandestinas y el poder de los huachicoleros es mucho mayor que cuando Arely Gómez presumía sus “logros”, al tiempo que el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, “exige que el Congreso acelere y apruebe “cambios en la legislación para frenar el robo de combustibles, pues sería muy valioso que se actualizara el marco legal” (La Jornada, Israel Rodríguez). Así es: en menos de 18 meses se promulgó la citada ley; la Cámara de Diputados aprobó “diversas reformas” a esa misma legislación (la aprobación se mantiene pendiente en el Senado), y ahora el titular de Hacienda reconoce que ninguna de las dos sirvió para mayor cosa, por lo que urge que se modifique lo ya modificado y legislado. En castellano simple lo anterior sólo confirma que las leyes que se estructuran y aprueban por ósmosis, de tal suerte que el gobierno y los legisladores no tienen la menor idea de qué coño es lo que proponen y avalan. Tampoco tienen memoria, porque el propio Meade presumió que “la reunión que (EPN) realizó con el gabinete de seguridad y cuatro gobernadores (Puebla, Guanajuato, Tamaulipas y Veracruz), en Palacio Nacional, fue de las más importantes porque se compartieron las estrategias que implica compromisos para que sean exitosas y poderlas desdoblar en cada uno de los estados. La recepción de la estrategia fue muy buena y la disposición para trabajar juntos fue muy bienvenida y estamos ciertos de que esta estrategia con el papel central que habrá de jugar Pemex y con el involucramiento de autoridades desde inteligencia financiera y el sistema de revisión tributaria con un despliegue y acompañamiento de las fuerzas de seguridad pública con la participación de los estados nos permitirá entregar buenos resultados” (ídem). chado el 2 de junio de 2016) en el que subraya que “el robo de combustible se ha disparado en los últimos 10 años, coincidiendo justo con el comienzo de la guerra contra el narcotráfico iniciada por el anterior presidente Felipe Calderón”. Lo anterior “no ha sido una cuestión de azar sino que nace de una intención de los cárteles de diversificar sus fuentes de financiación, aumentando sus posibilidades de resistencia contra las fuerzas de policía. Pemex, lejos de mejorar la situación, ha sufrido pérdidas multimillonarias en los últimos años sin que hasta el momento haya encontrado la solución. La situación cada día se deteriora más, llegando a afectar a la sociedad civil en forma de desabastecimiento. Uno de los elementos vitales que se ha identificado para que este fenómeno exista y siga funcionando es la corrupción”.