Exigen declarar la emergencia alimentaria en Argentina
El movimiento social Barrios de Pie instaló mil ollas populares este miércoles en el centro y distintos puntos de ingreso a esta capital, y también a escala nacional, para exigir al gobierno del presidente argentino, Mauricio Macri, declarar la emergencia alimentaria, al denunciar que más de 40 por ciento de niños que asisten a los comedores populares están en riesgo de desnutrición, ante la gravedad de la crisis.
Con la consigna: “un alimento por una sonrisa”, en cada lugar donde se instalaron las ollas populares se recibieron donaciones de leche en polvo para los comedores que mantiene esta organización social. Desde las primeras horas de la mañana comenzaron en el Obelisco con la instalación de dos ollas en la Plaza de la República y en distintos puntos de ingreso a la ciudad, donde realizaron actos y movilizaciones hacia el Congreso por la tarde.
“El dinero no alcanza para llegar a fin de mes y los tarifazos han destruido los salarios. No se pueden comprar alimentos ni medicinas por los altos precios y varias iglesias han abierto nuevos comedores para adultos”, señalan los dirigentes.
Denuncian malnutrición infantil
Todo esto los llevó a redactar un proyecto que entregaron este miércoles a los diputados para exigir que se establezca la emergencia alimentaria en todo el país y que se destine para ello 10 mil millones de pesos, debido al “alto riesgo de malnutrición que se detecta en gran parte de los niños y adolescentes que acuden a comedores comunitarios infantiles”.
Esta jornada de protesta continuaba la noche de este miércoles, cuando se entrecruzaron otras marchas.
Cooperativistas tomaron la sede del Ministerio de Energía en protesta por los aumentos de la energía eléctrica, que resultan millonarios para la mayoría de las pequeñas y medianas empresas. El anuncio de un nuevo aumento de 50 a 300 por ciento a la luz ha encendido la alerta en todo el país. Las importaciones están destruyendo las industrias nacionales y a las cooperativas que pudieron rescatar empresas fundidas en la crisis de 2001.
En tanto, el presidente Mauricio Macri y su gabinete se aumentaron 20 por ciento el salario, lo que parece “una provocación” cuando se está destruyendo la obra social estatal. Los gremios y advierten que no hay señal de que el gobierno cambie su política.