Inaugura Cinvestav laboratorios para estudiar derrames de crudo en el mar
Crea posibles escenarios ante fugas en aguas profundas
En los primeros minutos del ataque cibernético global con el virus WannaCry, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) tomó las previsiones necesarias para que sus equipos no fueran afectados.
Limitó la incidencia del ataque y no tuvieron afectaciones las casi 80 mil computadoras que integran el parque de la casa de estudios ni las cuentas de acceso de la comunidad a través de la Red Inalámbrica Universitaria y al Centro de Datos de la Institución. Sólo 10 equipos estuvieron en riesgo, pero no fueron de misión crítica.
Así lo informaron Fabián Romo y José Roberto Sánchez, director de Sistemas y Servicios Institucionales y coordinador de Seguridad de la Información, respectivamente, de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación de la universidad.
En conferencia de prensa señalaron que quienes lanzaron el ataque masivo con este malware no obtuvieron beneficios financieros, pues en el mundo sólo se realizaron 277 transacciones de pago para que los afectados aparentemente pudieran recuperar su información, con un monto, al 16 de mayo, de 74 mil 787 dólares.
Romo detalló que los ciberdelitos, la mayoría de ellos cometidos por ataques de hackers, generan ganancias ilícitas que ascienden anualmente a 120 mil millones de dólares en promedio.
Los especialistas aseguraron El director general del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados ( Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional ( IPN), José Mustre de León, inauguró ayer las adecuaciones a los laboratorios del Consorcio de Investigación Oceanográfica del Golfo de México ( Cigom), perteneciente al proyecto interinstitucional que estudia los escenarios derivados de posibles contingencias ambientales relacionadas con la explotación y producción de hidrocarburos en aguas profundas de la zona.
El proyecto cuenta con un financiamiento de mil 500 millones pesos, de los cuales, en una primera fase, alrededor de 143 millones se ejercerán para realizar monitoreo y la creación de escenarios posibles ante un derrame.
La colaboración del Cinvestav en el Cigom se compone de un equipo científico de 10 investigadores y más de 60 personas especialistas en monitoreo ambiental, degradación natural de hidrocarburos y análisis de escenarios de derrames.
Como parte del proyecto, los investigadores han detectado bacterias degradadoras de petróleo, microrganismos que ayudan a la biorremediación del ambiente en caso de fugas.
Realizaron trabajos para el desarrollo de bioensayos que permiten determinar el efecto de los hidrocarburos sobre larvas de peces y sus parásitos; así como el diseño y generación de mapas de los movimientos de las tortugas marinas mediante censos aéreos y marcaje satelital en el Golfo de México.
Para la segunda etapa del proyecto, con una duración de dos años, el Cinvestav Unidad Mérida tiene proyectado realizar dos campañas oceanográficas en Yucatán y emprender ensayos para hacer más eficaz la degradación de hidrocarburos por los microrganismos marinos propios de la zona, así como organizar talleres de integración de resultados a fin de identificar las zonas ecológicamente vulnerables a derrames de gran escala.
En este estudio interinstitucional también participan la Universidad Nacional Autónoma de México, el Centro de Ingeniería y Desarrollo Industrial, la Universidad Autónoma de Baja California, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático, además de la empresa privada Baja Innova, con la coordinación del Centro de Investigación Científica y de Educación Superior de Ensenada.