URGE TENER CERTEZA DEL BIENESTAR DE BELÉN CORTÉS, INDICA PROFESORA
Conocí a Belén Monserrat Cortés Santiago el 24 de enero pasado. Se inscribió como oyente a uno de los cursos de inglés que atendí este semestre en San Lorenzo Tezonco. Belén inició el curso con entusiasmo y cumplió con cada tarea asignada. La vi por última vez a finales de marzo, cuando me avisó que faltaría a la clase del 4 de abril por razones de trabajo. Hasta el 12 de abril Belén tuvo actividad en el aula virtual que acompaña a mi curso presencial. Era una estudiante muy trabajadora y disciplinada.
Anteayer conocí a su familia. El abrazo de su madre me ha llenado de dolor y rabia, porque a través de su llanto confirmé que Belén no está con nosotros. Belén no está con su familia, ni con sus amigas, ni con sus profesores, ni con sus compañeros universitarios. Quien dice lo contrario es un embustero.
El procurador Rodolfo Ríos y su gente afirman que Belén se ausentó por voluntad propia y alegan que es prioritario salvaguardar su derecho a la privacidad. En el imaginario de la Procuraduría General de Justicia (PGJ) capitalina, Belén está en la “certeza jurídica” de un legajo inerte. El rector Hugo Aboites, replicando al procurador, informa a la comunidad que “Belén Montserrat Cortés Santiago está con nosotros, sana y salva”.
Como si no supieran que en México existe trata de personas, que las mujeres son secuestradas y asesinadas por ser mujeres. ¿Cómo se atreven a decir que Belén está segura? Belén no está con su familia, ni con sus amigos, ni con sus profesores, ni con sus compañeros universitarios. Completamente aislada, Belén no está a salvo.
No creo en sus comunicados; no dan garantía alguna. Porque la confianza institucional sólo se gana con respeto a la genuina preocupación por la familia y la comunidad universitaria. La PGJ ha violado los derechos a la verdad, información verídica y transparencia a la que está obligada como institución. El rector se ha precipitado a adoptar la versión oficial.
La familia de Belén tenía una reunión con la cuarta visitadora de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal. Urge que la PGJ y la Comisión de Derechos Humanos capitalina pro- porcionen pruebas fehacientes sobre la integridad física y sicológica de Belén. Urge tener la certeza de que ninguno de sus derechos está siendo vulnerado. Urge saber qué institución de la Ciudad de México le está brindando atención y cuidado físico y sicológico. Urge que las autoridades de la UACM: el Consejo Universitario y el rector, acompañen a la familia de Belén en este doloroso proceso. La comunidad de la UACM está muy al pendiente. (Carta resumida.) de la manera más atenta, que sostenga su palabra.
Rechazamos cualquier tipo de intimidación de funcionarios y políticos a los dueños de la tierra. Decimos no a los megaproyectos destructores de nuestro territorio, identidad, lengua, cosmovisión zapoteca y nuestros lugares espirituales. Sí al progreso social, cultural, educativo y productivo.