Profesores e IPN acuerdan optimizar vacantes del instituto
Atienden la concentración de empleados en el área central del
uevamente el combativo pueblo de Tepoztlán, Morelos, pone el cuerpo para defender su territorio. Desde el pasado 20 de mayo los habitantes mantienen un plantón en el acceso al pueblo para detener las máquinas con que el gobierno federal está destruyendo su territorio. “Actuamos ahora o se acaban nuestra comunidad, cultura y tradiciones”, explicaron, y dejaron claro que no pasarán quienes miran a Tepoztlán como negocio. Tepoztlán, municipio cercano a la Ciudad de México al que muchos citadinos han migrado o mantienen sus casas de campo, es mayoritariamente una tierra comunal en la que se encuentran los poblados de Santa Catarina, San Andrés de la Cal, Ocotitlán, Amatlán, Ecatepec, Jilotepec y Santiago Tepetlapa, que serán divididos por la ampliación de la carretera La Pera-Cuautla, obra impulsada por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) para favorecer el paso de los transportistas y beneficiar a las empresas. Tepoztlán tiene una historia guerrera. Su pueblo combatió en las luchas revolucionarias de Zapata y Jaramillo. En 1979 rechazó la construcción de una cárcel y más tarde se enfrentó con éxito a empresas turísticas empeñadas en cambiar su fisonomía, primero con un teleférico y luego con un circuito carretero al pie del emblemático cerro del Tepozteco. Luego vendría la batalla contra la construcción de un club de golf, que desembocó en la constitución en 1995 del Comité de la Unidad Tepozteca y del primer Ayuntamiento Constitucional Libre y Popular de Tepoztlán. En 2013 la amenaza vino de la SCT con la ampliación de la carretera que divide su territorio, aniquila de biodiversidad y destruye sus centros sagrados. Para su defensa se organizaron desde entonces en el Frente en Defensa de Tepoztlán, desde el que han dado la lucha jurídica y el movimiento contra la tala de árboles en él área natural protegida. Las empresas privadas contratadas por la SCT planean el derribo de 3 mil árboles del área natural protegida, denunció Frentes Unidos en Defensa de Tepoztlán. Es tal el ecocidio que los pobladores se juntaron para detenerlos, mientras se resuelven los amparos. Amates y ahuehuetes milenarios están ahora bajo vigilancia de una población que no fue consultada y que está dispuesta a defender el Parque Nacional El Tepozteco y el Corredor Biológico Ajusco-Chichinautzin, es decir, la vida. La lucha de Tepoztlán es pacífica. Convocan al diálogo con el gobierno, pero advierten que si no hay solución continuarán las acciones de resistencia y desobediencia civil. La sección 60 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a la que pertenecen los profesores del Instituto Politécnico Nacional (IPN), participará junto con funcionarios de la institución en lo que las autoridades llaman “un plan integral que permitirá optimizar las plazas vacantes del instituto”.
Lo anterior es parte de un acuerdo entre el sindicato y la administración politécnica, que fue alcanzado el jueves como parte de las negociaciones de la revisión salarial de este año.
El 29 de abril el SNTE demandó la cancelación del acuerdo 02/2017 del Consejo General Consultivo del IPN que plantea medidas para atender la concentración de empleados en el área central de la institución. Las autoridades politécnicas han informado que en el área central –la dirección, las oficinas administrativas y Cendis– hay 4 mil 100 trabajadores: mil 281 son profesores –que realizan actividades administrativas– y 2 mil 819 son personal de apoyo y asistencia a la educación.
En el acuerdo, las autoridades politécnicas indicaban que la distribución de las plazas docentes no es la más adecuada, pues se utilizan para actividades administrativas o de apoyo, lo cual afecta la eficiencia de las funciones académicas.
La dirigencia sindical pidió cancelar el pacto porque consideró que abordaba asuntos laborales, que debían ser tratados con el SNTE.
En el documento del acuerdo del jueves se indica que una comisión mixta paritaria de representantes sindicales y de la administración politécnica determinará “a qué programa serán canalizadas” las vacantes del área central del IPN.
En el mismo acuerdo se aborda otro punto que estaba en el 02/2017: que los profesores de posgrado o de los centros de investigación del IPN cuenten con grado académico de doctor. Los acuerdos del sindicato y la administración indican que el instituto dará facilidades al personal que no tenga posgrado para que lo obtenga.