LAS REBANADAS DEL PASTEL
acumularon todo tipo de delitos electorales, pero ellos, 100 por ciento, han sido justificados y/o desatendidos por la supuesta autoridad –cómplice del régimen– que debería evitarlos y sancionarlos, simplemente porque es parte del negocio. Habrá que esperar los resultados oficiales y conocer las acciones y reacciones de aquellos que oficialmente resultaron perdedores en el proceso electoral, aunque, otra vez, por donde sea vea el gran derrotado es el ciudadano. Y también habrá que escuchar la cantidad de sandeces que harán públicas los triunfadores. Hasta el cierre de México SA todos se han declarado vencedores, todos arrollaron (cómo estará el asunto que en Coahuila habría ya dos gobernadores, uno tricolor y el otro blanquiazul, según sus afirmaciones), a todos les favoreció el voto y todos promovieron una campaña propositiva y civilizada, por mucho que todos hicieron las mismas marranadas. Y en un rápido recuento sobre la modernización del país, cuya intención –oficialmente– siempre ha sido “reconstruir el tejido social” y “fortalecer las bases de nuestra democracia”, se constata que México registra caída libre. Llegó el “cambio”, la “alternancia”, el “vivir mejor” y el “México en movimiento”, y la mierda brotó por doquier, porque nuestro país cada día se hunde más corrupción e impunidad. De acuerdo con los indicadores de Transparencia Internacional, al cierre del sexenio salinista México ocupaba el escalón número 32 (de 41 posibles) entre los países más corruptos del mundo (mientras más lejos de cero, más corrupto), ubicándose entre Colombia e Italia. Fue el primer informe temático del que se tenga registro. En ese nivel lo tomó Ernesto Zedillo (el del “bienestar para la familia”), quien con su modernización y etcétera, etcétera, lo Como muestra de civilidad política, todos se comprometieron a “no adelantarse” a los resultados del PREP. Dos segundos después de las 18 horas de ayer, todos se adelantaron para autoproclamarse ganadores de los comicios en cuatro estados de la República (por ejemplo, a esa hora, el estado de México tenía dos gobernadores: el primo y la del diezmo).