Trump: contra la ciencia, el planeta y la humanidad
crisis ecológica, que fue documentada por un puñado de investigadores, básicamente biólogos y ecólogos, hace unas cinco décadas, hoy se ha convertido en el mayor reto para la ciencia contemporánea. Ello obligó a pasar de una ciencia fragmentada, neutra, especializada y dedicada a las necesidades de las corporaciones (lo que aún domina), a una ciencia interdisciplinaria e internacional, dirigida a comprender integradamente las relaciones entre la sociedad y la naturaleza y plantear soluciones. Para ello no sólo han contribuido miles de científicos de las ciencias naturales, que en colectivos internacionales se han dedicado a entender los procesos físicos, químicos, biológicos y geológicos del planeta, sino los investigadores de las ciencias sociales que atienden las dimensiones históricas, culturales, económicas, demográficas y políticas de la crisis. Para que el lector se dé una idea, hoy la llamada “ciencia para la sustentabilidad” dispone de unas 90 revistas científicas dedicadas al tema, y entre 1974 y 2010, 37 mil autores de 174 países publicaron más de 20 mil artículos (ver: http://www.pnas.org/content/108/49/19540.full). Para el tema específico del clima del planeta existe desde 1988 el Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, por su acrónimo en inglés),