Rinden en España el primer homenaje post mortem a Felipe Ehrenberg
■ Era un creador profuso, pionero e inventor, definieron ■ El arte, para él, no tenía límites, sobre todo viviendo en un mundo tan perturbador como el que le tocó, dijo directivo del Centro Reina Sofía
inspiró en la desaparición de estudiantes de Ayotzinapa, pues, como el artista decía, ‘‘ese crimen enturbia mi vida”.
El homenaje se inició con un documental inédito en España, Puntos de encuentro, de Valentina Pelayo, que culminó en 2016 y en el que hay numerosas imágenes de Ehrenberg en plena creación artística; también es un recorrido por su obra poético-artística.
Tomaron la palabra críticos, amigos y artistas que definieron su larga y prolífica trayectoria artística de 50 años, que resultaba imposible de acotar en una definición o etiqueta.
Dar la vuelta al mundo y al mundo y también echar raíces
Pablo Raphael de la Madrid, director del Instituto de México, dijo que Ehrenberg era Ulises y Odiseo, que era al mismo tiempo la persona que dedicaba su vida a viajar e ir a Troya que la que se quedaba en casa para echar raíces. ‘‘Se dedicó a dar la vuelta al mundo, a vivir en Londres y en Brasil, y al mismo tiempo a echar raíces”.
Joao Fernandes, subdirector del Centro de Arte Reina Sofía, dijoe que para ‘‘Felipe Ehrenberg el arte no tenía límites, más viviendo en un mundo tan perturbador como el que le tocó, con la guerra fría y la violencia. Por eso hay que saber preservar los vestigios que nos deja”.
Su discípulo más querido, Fernando Llanos, también responsable de la curaduría de la retrospectiva que hizo Museo de Arte Moderno en México en 2008, Manchuria, recordó que en una de las últimas veces que habló con Felipe Ehrenberg, éste le dijo:
‘‘Maestro, ya tengo 73 años, he vivido muchas cosas, estoy en tiempos extras, así que si veo que el dolor se pone muy feo me aviento del Tepozteco.”
Llanos le contestó que si se aventaba le avisara para grabarlo en video. ‘‘De ese tamaño era nuestra complicidad”, explicó.