Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto rompen relaciones con Qatar
En víspera de las elecciones generales a celebrarse este jueves, Corbyn exigió la renuncia de la mandataria al criticar los recortes que aplicó a la policía cuando fue ministra del Interior ( 2010 a 2016). “Sí, tenemos un problema. Nunca debimos reducir el número de policías. Las elecciones generales de este jueves son quizá la mejor oportunidad para echar a May del gobierno”, declaró a la televisora ITV.
También responsabilizó a May por los recientes atentados con el argumento de que ella “es responsable de las fallas de seguridad en los ataques del Puente de Londres, en Manchester, y en el puente de Westminster. Debería renunciar en lugar de buscar la relección”, sentenció.
La primera ministra rechazó las acusaciones de que su gobierno no trabajó lo suficiente en materia de seguridad. May presentó este domingo un plan que incluye más vigilancia en Internet, mayores penas para los sospechosos de terrorismo y Arabia Saudita y aliados rompieron relaciones diplomáticas este lunes con Qatar con el argumento de que apoya al “terrorismo”, lo que abre una grave crisis diplomática en Medio Oriente.
Qatar, emirato rico en hidrocarburos, calificó la decisión de “injustificada”, y denunció que el objetivo es “poner al Estado (de Qatar) bajo tutela y asfixiarlo económicamente, porque no existe fundamento” para adoptar esta medida.
Arabia Saudita, Emiratos Árabes Unidos, Bahréin y Egipto justificaron la ruptura con Qatar por su presunto apoyo a Al Qaeda, al grupo Estado Islámico y a los Hermanos Musulmanes, considerados “terroristas” por El Cairo y los países del Golfo. Más tarde también rompieron relaciones Yemen, el gobierno que controla el este de Libia y las Maldivas.
Riad también acusó a Qatar, que será sede del Mundial de Futbol de 2022, de “apoyar actividades de grupos terroristas respaldados por Irán en la provincia saudita de Qatif, donde se concentra una minoría chiíta.
La cancillería qatarí rechazó las acusaciones y argumentó que su país “no interfiere en asuntos ajenos y lucha contra el terrorismo y el yihadismo”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Irán consideró esta crisis “dañina y peligrosa para los intereses regionales”.
Los países del Golfo ordenaron a sus ciudadanos salir de Qatar y dieron 14 días a los qataríes en sus territorios para regresar a su país, además de anunciar la expulsión de diplomáticos.
Arabia Saudita, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Egipto cerraron los espacios aéreos y los accesos terrestres y marítimos, prohibieron a sus ciudadanos viajar a Qatar y vetaron el ingreso de qataríes a sus territorios. Seis aerolíneas del Golfo Pérsico y Egipto suspendieron vuelos hacia Doha.
Washington, aliado de Riad y Doha, invitó a los países del Golfo a permanecer “unidos”.
El canciller ruso Serguei Lavrov llamó al diálogo para afrontar “la amenaza del terrorismo”.
El líder de la Liga Árabe, Ahmed Abul Gheit, se mostró dispuesto a “trabajar” para acercar a las partes, mientras Turquía, afín a Qatar, ofreció ayuda para solucionar la crisis diplomática.