Dirigentes de la CIDH visitan a Milagro Sala, presa en la provincia argentina de Jujuy
Francisco Eguiguren, presidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y Esmeralda Arosemena de Troitiño, vicepresidenta, visitaron a Milagro Sala, dirigente del movimiento Tupac Amaru, detenida ilegalmente en la provincia de Jujuy desde enero de 2016. En el encuentro de tres horas la líder social reconoció que está sometida a “mucha presión”, pues afirma que ella y otras presas son objeto de maltrato y tortura sicológica.
Está en la prisión de Alto Comedero, a pesar de haber sido sobreseída en varias de las causas que emprendió en su contra el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, en complicidad con algunos miembros de la justicia local. La Organización de Naciones Unidas ( ONU) también ha pedido la liberación de Sala, quien funge además como diputada en el Parlamento del Mercado Común del Sur. La lideresa se ha convertido en la primera presa política del gobierno derechista de Mauricio Macri.
La visita sirvió a los funcionarios de la CIDH para evaluar todos los elementos que desde hace tiempo están en sus manos. Después de la dictadura (19761983) esta es la primera vez que el organismo se desplaza para realizar una inspección de estas características.
Hace dos día se supo que el gobierno había hecho pintar la celda de castigo a la que varias veces fue llevada Sala y sus compañeras, que denunciaron maltratos y tortura física y sicológica. La dirigente relató toda su historia al grupo de visitantes, en el que también estuvieron Pablo Meza, del grupo de Protección a cargo de las cautelares, y los abogados de Sala, Elizabeth Gómez Alcorta y Luis Paz.
La visita se hizo a pedido del gobierno de Macri, que siempre intentó presentar la detención como un caso de justicia, lo que la propia realidad fue desmintiendo hasta convertir el caso de la dirigente de Tupac Amaru en tema de interés mundial que afectó gravemente la imagen del gobierno.
A estas horas la ex canciller Susana Malcorra dio a entender, en una entrevista, que había dejado su puesto por diferencias sobre algunos hechos tanto con el presidente Macri como con el jefe de gabinete, Marcos Peña; y uno de los temas en los que difirieron fue el de Milagro Sala.
Por otra parte, expertos en derechos humanos de la ONU pidieron a la Corte Suprema que revise el fallo por el que se otorgó la llamada ley 2x1 a condenados por crímenes de lesa humanidad durante la pasada dictadura militar porque viola principios “que exigen la proporcionalidad de las sanciones”, señalaron. Pero también se han remarcado las violaciones a las leyes internacionales en esa materia.
Luego de haber sido entrevistada por las máximas autoridades de la CIDH, Sala recibió la visita del ex juez español Baltasar Garzón, quien se manifestó “preocupado por el estado de salud” de la dirigente y consideró que la prisión preventiva que enfrenta “es neta, absoluta y exclusivamente política”.
Garzón destacó la pobreza de argumentos por los cuales lleva más de 500 días de detención. “No hay justificación de acuerdo con estándares nacionales e internacionales de derechos humanos”, dijo, y destacó que su permanencia en la cárcel “deteriora el estado de derecho y el sistema democrático” argentino.