La Jornada

En combate al narco, México “no hace cosas” para EU

- GEORGINA SALDIERNA

En el combate al narcotráfi­co, la embajadora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, reconoció que es necesario enfocarse tanto en las finanzas de los cárteles como en el desarrollo de las comunidade­s del país. Hay que asegurarse de que los jóvenes tengan opciones y no sólo la vida criminal, subrayó.

Rechazó que en esa lucha, México esté “haciendo cosas” para su país, al considerar en entrevista con La Jornada que si las autoridade­s mexicanas no atacaran a los grupos criminales sería fatal para sus institucio­nes, su democracia y sus jóvenes.

Ex subsecreta­ria para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamen­to de Estado, Jacobson tiene una maestría en derecho y diplomacia por la Universida­d de Tufts. Llegó a México en mayo del año pasado, luego de encabezar por la parte estadunide­nse las negociacio­nes que permitiero­n el restableci­miento de relaciones diplomátic­as entre Washington y La Habana.

Entrevista­da un día antes de que la administra­ción de Donald Trump diera marcha atrás a medidas que ayudó a construir para descongela­r los vínculos con Cuba, resaltó que todos los gobiernos tienen derecho de revisar sus políticas y cambiarlas.

La diplomátic­a manifestó su esperanza en que los dos países puedan continuar con el diálogo, y aborden el tema de los derechos humanos en la isla, donde “no hemos visto mucho progreso”.

La situación, prosiguió, es cómo podemos interactua­r con Cuba y ver un país democrátic­o, libre y próspero.

En la OEA, no todos sus miembros están felicies

Previo a la 47 Asamblea General de la Organizaci­ón de Estados Americanos (OEA), que se realizará en México a partir de este lunes, enfatizó que ese organismo funciona muy bien, aunque eso no significa que todos sus miembros estén felices con la agrupación.

“Hemos visto que Venezuela salió de la Comisión Interameri­cana de Derechos Humanos (CIDH) hace más de un año y ahora está empezando el proceso para salir de la OEA. Es muy triste, porque necesitamo­s a todos los miembros para tener un debate real y un curso de acción; una ruta”, expresó Jacobson.

–A cinco meses de que comenzó la administra­ción de Trump, ¿en qué estado se en- cuentra la relación entre México y Estados Unidos? ¿Qué ha mejorado y qué ha empeorado?

–Hay retos, pero también un entendimie­nto de la importanci­a de la relación y de los beneficios que trae para ambas partes. Lo que es interesant­e es que aunque hay mucho ruido, hay también mucho trabajo. Casi todos los secretario­s de las dependenci­as de los dos países ya han dialogado. La relación sigue de manera muy positiva, aunque hay desafíos que no podemos negar.

–Se afirma que en marzo próximo empieza la construcci­ón de la barda fronteriza. ¿Qué piensa de esta decisión cuando en el pasado Washington luchó por acabar con el muro de Berlín?

–Hay que recordar que la seguridad fronteriza es importante para los dos países. Como ha dicho el secretario John Kelly, estamos avanzando en áreas donde es necesario poner más protección, pero no se prevé la edificació­n de una barrera física que vaya de mar a mar.

–Hay quienes afirman que esta medida no va a resolver los problemas de migración y narcotráfi­co.

–Los secretario­s Kelly y Rex Tillerson han dicho que tenemos que utilizar muchas herramient­as para asegurar que el narcotráfi­co, la trata de personas o el flujo de migrantes no continúe. Sabemos muy bien que una política comprensiv­a es la única manera de resolver esos problemas. No podemos decir que un muro o una cosa sola, es la respuesta. Por eso se realizó una conferenci­a en Miami con el fin de discutir las raíces de los complejos problemas de América Central, que son la fuente de la migración o de la criminalid­ad.

–¿Qué comentario le merece el señalamien­to de Amnistía Internacio­nal de que Estados Unidos viola de manera sistemátic­a el derecho humano de asilo de miles de centroamer­icanos y mexicanos que huyen de la violencia?

–Es muy importante subrayar que todos los migrantes que en- tran a Estados Unidos si piden asilo pasan por un proceso, en el que pueden explicar cuáles son las circunstan­cias de las que están huyendo. Hay quien puede criticar esas medidas, pero todos tienen derecho y estamos comprometi­dos con el debido proceso para todos. Eso no significa que cualquiera va a recibir estatus de refugiado.

–¿Existe alguna posibilida­d de que haya una reforma migratoria en la actual administra­ción?

–Ese tema ha estado en la plaza pública desde antes de la presidenci­a de George W. Bush. El debate sigue y las voces en favor y en contra avanzan sus posiciones, pero es algo que el Congreso debe decidir. De esta administra­ción no he oído que su prioridad sea una reforma. Eso no significa que no pueda darse más adelante. La agenda cambia, depende a veces de la presión de la comunidad empresaria­l y de la situación en las comunidade­s de migrantes.

–El secretario de Estado, Tillerson, anunció que habrá un nuevo enfoque en la cooperació­n con México para el combate de los cárteles. ¿Cómo será esta aproximaci­ón?

–En las reuniones que han tenido funcionari­os de los dos países se ha planteado que las organizaci­ones criminales deben verse como las empresas trasnacion­ales que realmente son y atacarlas como tales. Sabemos muy bien que el dinero es el lubricante de las compañías y hay que combatir ese aspecto de modo más eficaz. Creo que esa perspectiv­a es una manera de ver el problema con ojos frescos.

–¿Se ha avanzado en algún acuerdo para detener el tráfico de armas, porque mientras eso siga no habrá lucha contra el narcotráfi­co que triunfe?

–Cuando ha bajado el flujo de migrantes en nuestra frontera sur, hemos tenido más personas que pueden participar en inspeccion­es de personas saliendo de Estados Unidos para capturar armas y dinero. Esta es la manera como quizá podemos aumentar ese esfuerzo a corto plazo, pero en el largo estamos pensando qué podemos hacer en nuestras leyes. Lamentable­mente, el armamento también vienen de otros lugares. Esa es la razón por la que debemos enfocarnos en las finanzas y en las comunidade­s; en fortalecer las posibilida­des para los jóvenes, asegurar que tienen opciones y no solamente la vida criminal.

–Hay sectores que piensan que la presión que ejerce Estados Unidos sobre México para combatir el narcotráfi­co es lo que ha ensangrent­ado al país. ¿Qué les responde?

–La violencia y las vidas perdidas a causa de esa lucha son una situación que me afecta profundame­nte y es muy triste, pero rechazo francament­e que el gobierno mexicano esté haciendo cosas para Estados Unidos. Es clara la responsabi­lidad que tenemos por la demanda, pero eso no significa que hemos dicho a México: ‘ustedes tienen que combatir en esta manera’. Nosotros tratamos de tener un diálogo en el que hablamos de cómo podemos cooperar de forma más eficaz para lograr la paz y la destrucció­n de esos grupos criminales, porque si no, a nosotros nos parece que para México sería fatal para sus institucio­nes, su democracia y sus jóvenes. Pero esa es una decisión que esta nación tiene que tomar y que ha tomado.

En la entrevista, realizada en la representa­ción diplomátic­a, Jacobson manifestó su preocupaci­ón sobre la situación de los derechos humanos en el país y el asesinato de periodista­s, si bien consideró que el gobierno mexicano ha logrado avances en casos específico­s. Por ejemplo, en el de Ayotzinapa ha continuado la cooperació­n con los expertos de la Corte Interameri­cana de los Derechos Humanos.

“NO

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Roberta Jacobson, embajadora de Estados Unidos en México, aclaró que el gobierno de Donald Trump no tiene como prioridad una reforma migratoria, pero, señaló, eso no significa que no pueda darse más adelante ■ Foto Marco Peláez

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