Autopsia de Carrie Fisher revela rastros de heroína, cocaína y éxtasis
La actriz Carrie Fisher presentaba trazas de cocaína, heroína y de la droga MDMA en su organismo cuando murió repentinamente en diciembre, de acuerdo con el reporte de su autopsia, el cual se reveló ayer.
El informe no pudo establecer el efecto que tuvieron la cocaína y otros estupefacientes en el cuerpo de la estrella estadunidense.
Los forenses determinaron el viernes que el deceso de la actriz de La guerra de las galaxias se produjo por una apnea de sueño y otras causas.
Fisher murió a los 60 años el 27 de diciembre, cuatro días después de presentar una insuficiencia cardiaca durante un vuelo entre Londres y Los Ángeles.
La artista tenía un largo historial de adicción a la cocaína que se remontaba a la década de 1980 y también sufría de desorden bipolar.
El reporte de la autopsia y el informe toxicológico emitidos ayer indicaron que Fisher probablemente había usado cocaína unas 72 horas antes de presentar la insuficiencia cardiaca.
La apnea del sueño es una afección en la que la respiración de una persona se detiene durante el sueño. Las pausas pueden ser breves o durar varios minutos, de acuerdo con información del Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos.
Fisher sufrió una emergencia médica durante un vuelo internacional el 23 de diciembre y murió cuatro días después. Su madre, la actriz de cine Debbie Reynolds, murió al día siguiente.