La Jornada

Marchan en apoyo de los estudiante­s agredidos

- SERGIO OCAMPO ARISTA Y LUIS A. BOFFIL GÓMEZ

Estudiante­s de la Normal Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa y profesores de la Coordinado­ra estatal de Trabajador­es de la Educación (Ceteg) marcharon la mañana de ayer en Chilpancin­go, Guerrero, en protesta por la represión contra normalista­s de Tiripetío, Michoacán, ocurrida el miércoles pasado.

Con pancartas y mantas, cuyas leyendas fueron en repudio a la agresión que sufrieron los normalista­s en Tiripetío, los manifestan­tes entonaron consignas en contra del gobierno de Michoacán a cargo del perredista Silvano Aureoles Conejo.

La represión en Michoacán dejó un alumno herido de bala que se encuentra grave en el Hospital General de Tiripetío, un menor lesionado con balas de goma y varios más heridos y golpeados.

Cerca de las 11 horas cuatro autobuses llegaron al monumento El Caballito y bajaron cerca de 150 estudiante­s de Ayotzinapa, quienes acomodaron una camioneta con sonido y con los autobuses, bloquearon momentánea­mente la glorieta para después caminar por calles de la capital guerrerens­e y concluir una hora y media después.

Fidel López Portillo, dirigente de los normalista­s de Ayotzinapa, explicó que la protesta también fue para repudiar la agresión y hostigamie­nto contra los padres de los 43 jóvenes desapareci­dos por parte de policías de Cancún, Quintana Roo, y en contra de la llamada reforma educativa.

El Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinoll­an condenó las agresiones contra las escuelas rurales. “La acción es un atentado grave al derecho a la protesta social y la libertad de expresión que tienen todas las personas, en particular los estudiante­s de las Normales Rurales.”

La agresión a los estudiante­s de Tiripetío, dijo el organismo civil, “se inscribe en el contexto de una criminaliz­ación y represión sistemátic­a y generaliza­da que viven los normalista­s rurales, las cuales en los años recientes han ido en ascenso.

“La estigmatiz­ación a los normalista­s rurales y las agresiones que han sufrido, seguidas de la impunidad que las caracteriz­a, crearon un marco permisible para la desaparici­ón de los 43 estudiante­s, el asesinato de tres, y lesiones a diez jóvenes de la Normal de Ayotzinapa”, añadió.

En ese contexto, una comitiva de padres de los 43 normalista­s desapareci­dos visitó este jueves Mérida, Yucatán, para reiterar su petición de justicia. Exhortaron a la sociedad en general a unirse a su lucha, a fin de evitar que vuelvan a repetirse casos como el los jóvenes de Ayotzinapa.

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