Alumnos de la UNAM producen tortilla con alto valor nutricional
Estudiantes de la Facultad de Estudios Superiores ( FES) Cuautitlán, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), elaboran una tortilla con alto valor nutricional, que puede ayudar a personas con obesidad o desnutrición. Aseguran que consumir dos unidades equivale a beber un vaso de leche, y están por patentarla.
El equipo de estudiantes de química industrial e ingeniería en alimentos de la FES, dirigidos por la doctora Raquel Gómez Pliego, trabaja en la producción de tortillas fortificadas con proteína, calcio, fibra, ácido fólico, probióticos y prebióticos (fructanos), que mejoran la calidad de la alimentación de quienes la consuman.
“Un alimento funcional es aquel que por su composición aporta un beneficio a la salud, mientras un nutracéutico es un comestible orientado al tratamiento de enfermedades, es decir, terapéutico”, explicó Gómez Pliego.
La académica centra parte de sus investigaciones en la fermentación como metodología potencial en el combate a la obesidad y la diabetes, ejemplo de lo cual es la de alimentos funcionales y nutracéuticos adicionados con probióticos y prebióticos.
“Está comprobado que los microorganismos vivos (probióticos) y los prebióticos confieren un beneficio a la salud, pues ejercen un descenso de lípidos e inflamación crónica, causantes de la obesidad, diabetes mellitus, padecimientos cardiovasculares, Alzehimer, Parkinson o cáncer, por lo que ingerir nuestro producto no sólo nutrirá a los consumidores, también los dotará de beneficios”, agregó Gómez Pliego.
Alternativa para zonas alejadas
Los universitarios sugieren que el alimento puede ser una alternativa para comunidades alejadas, donde la desnutrición y la falta de servicios (como la electricidad) son una constante.
“La doble fermentación genera una masa suave y elástica, por tanto, al pasar algunos meses almacenada la tortilla se humedece antes de ser calentada para que recupere su textura”, comentaron.
Las tortillas no contienen conservadores, están hechas con un doble proceso de fermentación, contienen bacterias lácticas y ácidos de tipo orgánico que provocan disminución en el PH y el alimento dura más tiempo antes de ser consumido.
El producto tiene sabor ligeramente dulce y un aroma distinto al de las convencionales. Además, están en trámites para patentar el producto, informó el área de difusión de la FES.