Excomunión a políticos corruptos
consecuente exclusión de los sacramentos. Una de las excomuniones más estrepitosas en los tiempos actuales fue a los ultraconservadores lefebvrianos en 1988, quienes se oponían al mandato del Concilio Vaticano II. ¿Qué es la excomunión? En el nuevo catecismo, la Iglesia lo define: Ciertos pecados particularmente graves están sancionados con la excomunión, la pena eclesiástica más severa, que impide la recepción de los sacramentos y el ejercicio de ciertos actos eclesiásticos, y cuya absolución, por consiguiente, sólo puede ser concedida, según el derecho de la Iglesia, por el Papa, por el obispo del lugar, o por sacerdotes autorizados por ellos.
A mediados de junio se celebró en el Vaticano una cumbre internacional sobre la corrupción. Allí se planteó que una de las responsabilidades de la Iglesia es denunciar y confrontar la corrupción como prioridad pastoral. El cardenal Peter Turkson, de Ghana, es quien tiene encargo de redacción del nuevo decreto en Roma y cuenta con el apoyo del Papa. El objetivo, según se ha externado, es llegar a la elaboración de un texto común que guiará a escala internacional y legal según la doctrina de la Iglesia, en cuestión de la excomunión de católicos por la corrupción y la asociación delictiva. Este tema no es nuevo. El papa Francisco lo ha venido sentenciado desde el inicio de su pontificado. Recordemos la excomunión tan resonada a la mafia, 21 de junio de 2014, cuando visitó el sur de Italia. Allí expresó que la corrupción no sólo es una