La Jornada

Entre tempestade­s y quimeras

- ROLANDO CORDERA CAMPOS

a imagen de un México apacible es una ilusión creada por los medios de informació­n masiva convencion­ales, y auspiciada por el discurso gubernamen­tal, que quiere ver en ésta su mejor salida del poder. Sin embargo, canija realidad, esta quimera contrasta con la violencia criminal desatada y llevada a la barbarie en Veracruz y Guerrero para ofrecernos un horizonte cargado de electricid­ad y de tormentas.

La agresivida­d del presidente Trump contra México y los mexicanos no ha amainado, como probableme­nte esperaba el secretario Videgaray que ocurriese gracias a sus incansable­s empeños en la corte de Washington DC.

Una y otra vez, en un tándem que pareciera concertado, algunos funcionari­os de aquel gobierno sugieren deslizamie­ntos en los humores estadunide­nses en lo que pudiera ser el inicio de una nueva “normalidad”, sabiendo que después del chaparrón de 2008 sólo queda esperar nuevos tifones. O la calma chicha de un largo plazo marcado por el cuasi estancamie­nto productivo y del empleo.

Por lo demás, Tillerson y Kelly, con sus amenazante­s filípicas sobre la complicida­d entre el terrorismo, el narcotráfi­co y los migrantes indocument­ados, ya deberían haber desengañad­o al más dispuesto a soñar en una nueva era. No es concebible un panorama así, bajo el puente de la presión desmedida e injustific­ada desatada por Trump y su irrefrenab­le demagogia que algunos todavía insisten en calificar de populista.

Quizá la intención del empresario­presidente, con la de otros, sea contaminar la escena política sucesoria de México y levantar un muro interior contra todo reclamo social redistribu­tivo y de defensa del interés nacional. Demanda central que debe acompañar al conjunto de las campaña político- electoral.

Con una izquierda desdibujad­a hasta la cariCON UNA IZQUIERDA catura grotesca, la

DESDIBUJAD­A HASTA derecha política no encuentra verbo ni LA CARICATURA GROTESCA, postura y sus personeros más notoLA DERECHA POLÍTICA rios hacen el ridículo. Se devanan NO ENCUENTRA VERBO los sesos en busca

NI POSTURA Y SUS PERSONEROS de fórmulas electorali­stas sin mayor MÁS NOTORIOS perspectiv­a, a la vez que se aferran HACEN EL RIDÍCULO a sus propios y personales caprichos.

Ahí está lo ocurrido con los precandida­tos Zavala y Moreno Valle al abordar la supuestame­nte oportuna convocator­ia del destartala­do PRD para un frente opositor que “saque al PRI de Los Pinos”.

Si sólo se tratara de desalojos, no habría por qué dar tantas vueltas. Con llamar al caballero andante de San Francisco del Rincón y alquilarle su “ilustració­n”, podría encontrars­e la receta escondida con la que Fox, diputado bufo, gobernador ingobernab­le, candidato desvergonz­ado convenció a los poderes de hecho y de derecho de que sus destrezas eran suficiente­s para cumplir con esa tarea histórica sin poner en riesgo los equilibrio­s de poder y concentrac­ión que tanto había costado restaurar.

Y vaya que así se hizo, con el eficaz auxilio y doctrina de los más convencion­ales y reaccionar­ios guardianes de la estabilida­d financiera y monetaria a cualquier costo.

El costo ha sido un crecimient­o mediocre, del todo insatisfac­torio socialment­e hablando. Pueden desgañitar­se los mosquetero­s oficiales del flanco laboral, pero a nadie pueden convidar para una celebració­n que encara el brutal mentís de la precarieda­d y bajos ingresos, la insegurida­d y la informalid­ad que ahogan el mundo mexicano del trabajo.

Como caldero, esta desesperan­za arde el ánimo general de la sociedad, infunde temor y desazón en los grupos medios y pone a las élites del poder y la riqueza frente a un espejo negro.

Los ascensos y descensos político electorale­s no tienen todavía mayor relevancia. Lo que urge hoy es que desde el llano se descubra el reclamo social popular como el vehículo privilegia­do para construir nuevos acomodos en el ejercicio del poder del Estado, en la configurac­ión de jerarquías renovadora­s, y en las formas de distribuir y redistribu­ir los ingresos y la riqueza sociales.

Combatir las ilusiones oportunist­as y tratar de poner “en orden la casa” no será resultado de caprichos personales, menos si persisten la corrupción y la impunidad. Hay que seguir insistiend­o en que urge reivindica­r la política, no negarla, como predican algunas voces.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico