Padecen una alergia 40% de mexicanos
En México se estima que al menos 40 por ciento de la población padece algún grado de alergia. Leticia Hernández Nieto, médico adscrito al servicio de alergia del Hospital Juárez de México, destacó que las personas con problemas crónicos de gripe, principalmente, pueden tener predisposición a alergias. En el contexto del Día Mundial de la Alergia, que se conmemora el 8 de julio, la especialista indicó que es importante la valoración del médico de primer contacto cuando se trata de síntomas leves y por un alergólogo si los síntomas son persistentes o se agravan.
III
¿Te digo algo? Cuando me senté a la mesa, con el papel y la pluma enfrente, me di cuenta de que hace años no vivía la experiencia de escribir una carta, poner en el encabezado una fecha y después el saludo: “Querido Otoniel...” He conocido a pocos hombres que se llamen así. Pero aunque hubiera muchísimos, ninguno de ellos es lo que tú eres: mi mejor amigo. El nombre que te señala tiene otro peso, otro significado cuando lo pronuncio o lo escribo.
No necesito decir cuánto te extraño, ni cuánto me gustaría que estuvieras aquí para que compartiéramos todo lo que está sucediendo. Aunque pensándolo bien, prefiero que no tengas que vivir en la ciudad hecha un adefesio. Verlo provoca angustia y tristeza. Da pánico no poder frenar el deterioro general que progresa.
Dirás que esta carta empieza a ser un rosario de lamentaciones. Perdona. No es justo que sea tan negativa: por fortuna, hasta el momento no tengo motivos de queja. La salud y el trabajo van bien. Eusebio y yo estamos mejor que nunca, aunque ya no vivimos juntos, o tal vez por eso. El problema es Dany: a cada rato me sale con que ya no quiere estudiar porque, ¿para qué?, si aquí un profesionista gana menos que un comerciante del tianguis. Claro que luego cambia de opinión y sigue pensando que será físico nuclear. Espero que su sueño se cumpla.
IV
Ojalá que algún día tengas tiempo para visitar a tu hermano. Se ven muy poco, se hablan menos y pienso que ahora sé más acerca de él que tú. José Margarito dice que San Velino es un pueblo precioso y hasta alegre. Ya se familiarizó con las costumbres de la gente, pero hay una que le agrada en particular: en cuanto empieza a oscurecer se apagan todas las lu- ces. Los viejos que no tienen distracciones van a sentarse a los quicios y esperan la noche. Las voces y risas que se oyen en la oscuridad poco a poco se desvanecen hasta que al fin sólo se escucha el golpe de las puertas al cerrarse.
Creo que a José Margarito lo que le gusta de San Velino es que tenga dos noches, la segunda cuajada de estrellas, como eran las de aquí hace ya mucho tiempo. ¿Lo recuerdas?