LULA: UN NUEVO TIPO DE GOLPE DE ESTADO EN AMÉRICA
La condena de Lula por corrupción y lavado de dinero, sin pruebas materiales, constituye un eslabón clave en la cadena de los nuevos golpes de Estado que Washington impulsa, a partir de redefinir el Poder Ejecutivo desde la articulación estratégica del Poder Judicial y los medios de comunicación, televisión por delante, como cuarto poder.
No es coincidencia que la pieza jurídica se haya dado a conocer un día después de la aprobación de una de las reformas más brutales en contra de los derechos de los trabajadores brasileños. Además de lanzar una cortina de humo sobre los temas más relevantes propulsados por el gobierno ilegítimo y fragilizado de Michel Temer, la decisión del juez Sergio Moro pretende impedir que Lula sea candidato presidencial en 2018. Si la condena se mantiene en segunda instancia, el ex presidente, colocado primero en las encuestas, no podrá ser candidato.
El golpe no fue dado para que se hiciera justicia o en nombre de la ética en la política. La secta de corruptos absueltos que conforman el gabinete de Temer, a pesar de la existencia de pruebas materiales, lo deja explícito. El golpe fue dado para redefinir la correlación geopolítica de fuerzas en América Latina. Ante esos hechos, la SEPLA-México denuncia esta estrategia y convoca a oponérsele cuestionándola radicalmente, para presionar por el restablecimiento de la democracia en Brasil.