Reducen al PRI el monto de lo que ejerció en la campaña en Coahuila
Se mantiene rebase en el tope, lo que anularía los comicios
Con el plazo vencido para la aprobación de los dictámenes sobre la fiscalización de los gastos de campaña de las elecciones del 4 de junio, pero ante la gran cantidad de información contenida en los engroses de la Unidad Técnica de Fiscalización circulados apenas ayer a las 19 horas, el consejero presidente del Instituto Nacional Electoral (INE), Lorenzo Córdova, decretó un receso de la sesión, para discutirlos el próximo lunes.
Sin embargo, en vísperas de iniciar el debate sobre el dictamen de gastos de campaña de los comicios en Nayarit, el consejero Enrique Andrade, presidente de la Comisión de Fiscalización del INE, abría la puerta para otorgarse más tiempo y ampliar la revisión sobre omisiones en un tema neurálgico que ha separado a los partidos de la postura de la mayoría de los consejeros electorales.
“Desde mi punto de vista no hubo una debida oportunidad de defensa, como la describe el artículo 80 de la Ley de Partidos Políticos, y se ha interpretado por la sala superior del tribunal, en el que se dice claramente que se debe dar la posibilidad de que el sujeto obligado en el procedimiento de fiscalización debe conocer las faltas que se le imputan para poder tener la oportunidad de exponer sus posiciones, argumentos y alegatos.”
Por ello, ante la falta de certeza que esto podría suponer para la defensa de los partidos, subrayó que el procesamiento de los formatos de los partidos para que acreditaran que sus representantes de casilla no recibieron pago por su desempeño el día de la jornada electoral, pues lo hicieron de manera “voluntaria”, y su consiguiente consideración como gasto reportado, lo motivaría a votar en contra de los dictámenes.
El punto más polémico
Sin embargo, dejó abierta la ruta para destrabar el tema más polémico de la fiscalización: el gasto no reportado por el pago a representantes de casilla. Y pidió “valorar la posibilidad de realizar este procedimiento de carácter oficioso, para desahogar con el debido tiempo y cubriendo las debidas garantías el procedimiento oficioso para que se valoren los formatos presentados y en su momento se determine lo que corresponda”.
Acto seguido, el consejero Ciro Murayama iría más allá al referirse a la distribución de los engroses prácticamente en esos momentos, los cuales no conocía nadie en el Consejo General: “Solicito que pudiéramos tener Con los cambios por la adecuación de los dictámenes de gastos de campaña de la elección para gobernador en Coahuila contenidos en el engrose distribuido anoche a los partidos políticos, el candidato ganador de la coalición Por un Coahuila Seguro, Miguel Ángel Riquelme, redujo sus egresos en la contienda, pero mantiene un rebase de 5.1 millones de pesos con respecto al tope.
Una vez realizados los ajustes derivados de las observaciones realizadas por los partidos políticos durante la semana, en el nuevo documento circulado por la Unidad Técnica de Fiscalización del Instituto Nacional Electoral (INE) se establece que el gasto total de Riquelme durante su campaña fue de 24.3 millones de pesos, lo que representa 5.1 millones de pesos más con respecto al tope de gastos de campaña, que es de 19.2 millones.
Esto equivale a 26.59 por ciento por arriba de lo legalmente permitido, lo que supone mantenerse en el supuesto de una posible nulidad de la elección, que permite un máximo de 5 por ciento cuando la diferencia con el segundo lugar sea menor a 5 por ciento, lo cual ocurrió en Coahuila. En el engrose se estipula que los gastos no reportados de Riquelme fueron de 7 millones de pesos, 875 mil pesos menos que los que se le habían detectado en el dictamen originalmente circulado.