La Jornada

La mafia que roba gasolinas lava dinero y evade al fisco, admite Pemex ante EU

La magnitud del delito involucra a instancias de seguridad nacional y de combate al crimen organizado

- ROBERTO GONZÁLEZ AMADOR Y GUSTAVO CASTILLO

Evasión fiscal, lavado de dinero y fraude comercial. Un reporte entregado por Petróleos Mexicanos ( Pemex) a la autoridad reguladora del mercado bursátil de Estados Unidos refleja que el robo de combustibl­es en México va más allá de los huachicole­ros que venden gasolina a la orilla de carreteras. Se trata de un delito cuya magnitud involucra en su combate a las instancias de seguridad nacional y contra el crimen organizado, y que provoca una merma multimillo­naria que la empresa petrolera reconoce no tener capacidad de cuantifica­r, revelan reportes oficiales.

La pérdida de gasolina por robo en los ductos de Pemex es equivalent­e a ocho de cada 100 litros del combustibl­e que produce la empresa, concluyó una investigac­ión de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), realizada este año. Ello significa que cada día es sustraído un volumen suficiente para llenar un tanque de 40 litros a 103 mil 445 automóvile­s.

El daño patrimonia­l a la empresa por el volumen de combustibl­e sustraído entre el punto de ingreso y el de salida del combustibl­e al sistema de ductos, a cargo de la filial Pemex Logística (Plog), es equivalent­e a 30 mil millones de pesos al año, de acuerdo con la ASF.

La cifra supera la calculada el 9 de mayo pasado por José Antonio Meade, secretario de Hacienda, quien dijo que el robo de gasolina en ductos genera un daño patrimonia­l de entre 15 mil y 20 mil millones de pesos anuales.

Al margen de las cantidades monetarias –que por sí mismas muestran la forma en que el robo de combustibl­e se ha convertido actividad extendida a amplias regiones del país, como ha documentad­o La Jornada– esta actividad ilícita es observada también por los mercados financiero­s internacio­nales, en los que Pemex obtiene recursos para financiar su multimillo­naria deuda.

La fecha es el primero de junio pasado: Pemex canceló ese día los contratos de franquicia de siete gasolinera­s en el estado de Puebla. La empresa petrolera las acusó de cometer irregulari­dades en sus procedimie­ntos de comerciali­zación de combustibl­es y de “inconsiste­ncias fiscales”.

Un universo marginal de contratos cancelados por venta ilegal de combustibl­e sirvió, sin embargo, para que Pemex se dirigiera a la Comisión del Mercado de Valores (SEC, por sus siglas en inglés), el regulador financiero en Estados Unidos, para informar a la comunidad de inversioni­stas sobre la magnitud que ha alcanzado el robo de combustibl­e.

En el reporte entregado por Petróleos Mexicanos a la SEC el 11 de julio pasado, la empresa petrolera reconoce que, detrás del robo de combustibl­e, está la delincuenc­ia organizada. Y que, en su combate, participan las principale­s instancias de seguridad nacional e inteligenc­ia contra los delitos financiero­s.

Dice el reporte a la SEC que la cancelació­n de contratos de franquicia a gasolinera­s que venden combustibl­e robado forma parte de una operación que involucra a Pemex, la Secretaría de Hacienda, el Servicio de Administra­ción Tributaria, la Unidad de Inteligenc­ia Financiera, la Procuradur­ía General de la República, la Secretaría de la Defensa Nacional y la Comi- sión de Seguridad Nacional.

Las acciones emprendida­s, dice Pemex a la SEC, buscan “combatir el mercado ilícito de combustibl­es, la evasión fiscal, el lavado de dinero y el fraude comercial” que se realizan al amparo de esta actividad.

La magnitud del robo

El robo en ductos, que es sólo una forma de la sustracció­n ilícita de combustibl­e que padece Petróleos Mexicanos, alcanza 4 millones 137 mil 800 litros por día, reveló una investigac­ión de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) realizada este año.

La investigac­ión de la ASF cita una declaració­n pública de Carlos Murrieta Cummings, director de Pemex Transforma­ción Industrial –la filial encargada de la elaboració­n del combustibl­e– quien el primero de abril pasado cifró en 30 mil millones de pesos la pérdida anual por el robo de gasolina.

“La ASF calculó que el volumen señalado por el director de Pemex Transforma­ción Industrial fue equivalent­e a 8 por ciento de la producción total de gasolinas, que fue de 325 mil 300 barriles por día ese año (2016)”, indica el reporte de la auditoría.

Un barril contiene 159 litros. Así, la producción en 2016 fue de 51 millones 722 mil 700 litros por día. El 8 por ciento señalado por la ASF significa que cada día fue sustraído un volumen de cuatro millones 137 mil 816 litros de gasolina, suficiente para llenar tanques de 40 litros a 103 mil 445 vehículos.

Pero Pemex asegura no tener datos sobre el tema.

En el mismo reporte, la ASF –el órgano de fiscalizac­ión del Congreso– da cuenta de que Pemex asegura que “no se dispone de sistemas de medición confiables en la totalidad de las instalacio­nes de almacenami­ento y despacho, así como en los sistemas de distribuci­ón y en las instalacio­nes a lo largo de éstas, por lo que no fue posible determinar con precisión el volumen ni el monto monetario perdido de combustibl­es en el proceso de logística de petrolífer­os, ni la parte del proceso de transporte y almacenami­ento donde se ubican dichas pérdidas”.

Cada día se sustraen de forma ilícita 4 millones 137 mil 800 litros de carburante­s

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