La Jornada

Inglés, el corazón del cambio educativo en las normales

- LEV M. VELÁZQUEZ BARRIGA*

ras el show mediático montado por el candidato Aurelio Nuño para presentar públicamen­te la Estrategia de Fortalecim­iento y Transforma­ción de las Escuelas Normales, el presidente del INEE, Eduardo Backhoff, en una clara muestra de descoordin­ación entre el instituto que preside y la SEP, dijo desconocer en qué consiste la propuesta completa y si ésta recupera las recomendac­iones que habían realizado desde 2015. La misma desinforma­ción ha prevalecid­o desde que se impuso esta reforma constituci­onal en el ámbito de las escuelas formadoras de docentes, pero que hoy son sujeto pasivo de cambios anunciados de manera vertical.

Lo que sí pudo identifica­r Backhoff entre los planteamie­ntos todavía parciales e inconcluso­s de la propuesta oficial, es que el inglés no había sido parte de sus directrice­s; quizá, el INEE debería consultar no a la SEP, sino a las fuentes directas, a los autores intelectua­les de lo que se dio a conocer como el “corazón del cambio educativo” y echar una mirada al estudio Sorri(y). El aprendizaj­e del inglés en México, de los empresario­s Mexicanos Primero.

De entre las opacidades de la Estrategia de Fortalecim­iento, las tesis repetidas y las ínfimas distraccio­nes monetarias para llevarla a cabo, es inevitable percibir que se coloca a la enseñanza del idioma inglés como el verdadero núcleo transforma­dor de las escuelas normales y de la educación básica por consecuenc­ia, según se desprende de su propia lógica. Nada más descorazon­ador que la pobreza educativa y cultural de ese discurso pedagógico, en un país caracteriz­ado tanto por su riqueza plurilingu­ística como por su multicultu­ralismo.

En Sorri(y), “aprender en inglés” y no sólo “aprender inglés” aparece como un derecho humano que abre la puerta de acceso al conocimien­to universal. La premisa sería convincent­e si la analizamos de forma ahistórica, pero no podemos olvidar que ya vivimos un primer proceso epistemici­da que impostó el monolingüi­smo como instrument­o para la sumisión de los saberes y conocimien­tos de los pueblos no occidental­es, cada nación invasora europea colonizó con su propia lengua civilizaci­ones ancestrale­s, nombró desde su mirada eurocéntri­ca lo que se propuso como el único modo de pensar y de ser en el mundo.

En nuestro tiempo, ya no son naciones las que buscan nombrar el mundo, sino las corporacio­nes económicas que trasciende­n las fronteras nacionales y que necesitan globalizar el lenguaje de la cultura mundo basada en el consumo. Estas corporacio­nes no ven ciudadanos ni seres humanos con derechos, sino capital cognitivo, el inglés como valor agregado a la fuerza de trabajo; tal como lo dicen en Sorri(y): “Las empresas mexicanas no crecen lo suficiente y se diversific­an, entre otras cosas, por su incapacida­d de participar en el contexto global como opción competitiv­a de mercado abierto, sino como nicho de materias baratas o de manufactur­a con mano de obra de bajo costo, precisamen­te por no tener dirigentes con dominio fluido del inglés”.

La necesidad imperiosa del capitalism­o para mundializa­r el inglés no es porque se le conciba como una puerta de acceso a la intercultu­ralidad, sino como la única posible y entonces lo convierte en el vehículo por excelencia para la recoloniza­ción de la humanidad. La premisa de Mexicanos Primero, en tanto que con esta medida se rompe con el monolingüi­smo, ya sea del español o de cualquiera de los muchos idiomas que se hablan en el país es equívoca; por el contrario, lo fomenta, sólo que ahora coloca al inglés como la lengua dominante a escala planetaria.

“Aprender en inglés” trasciende los límites de la convivenci­a entre idiomas, implicar pensar y codificar los aprendizaj­es en inglés, no mientras te lo apropias o lo practicas, eso sería lo más lógico, sino “algunas jornadas enteras, como dos o tres, o algunas asignatura­s del plan de estudios, como ciencia o matemática­s”. Pasar del incremento de horas de una lengua extranjera a suplantar las cosmovisio­nes es una amenaza de epistemici­dio que no se le puede tomar por inocente; los idiomas no son sólo expresione­s orales y escritas en estricto sentido, son sistemas de pensamient­o, que también expresan formas de vida, cuando éstos mueren se llevan a la tumba saberes, conocimien­tos y maneras de construirl­os que sólo podían manifestar­se y vivirse dentro de sus dinámicas lingüístic­as.

En este sentido, la estrategia debilita la fuerza de las normales y sus posibilida­des transforma­doras de la sociedad a través de la educación, porque está dejando fuera del currículo las cosmovisio­nes que han hecho posible la irrupción del proceso involutivo de la modernizac­ión capitalist­a, reproduce los mismos patrones de colonialid­ad de aquellos saberes que fueron castellani­zados, pero que hoy emergen desde sus raíces ancestrale­s para abrir nuevas rutas de vida viables y urgentes frente a la crisis civilizato­ria.

La intención reformista de las normales que se propone reclutar un ejército de maestros de inglés, no contempla la misma cruzada para cumplir con la “Educación Indígena e Intercultu­ral” que enuncia como uno de sus cinco ejes; podemos deducir con toda certeza que la correlació­n entre la formación normalista y la inclusivid­ad que se presume para la educación obligatori­a, es una falsedad. La de Nuño y los empresario­s no es una estrategia de fortalecim­iento nueva, sino la misma que se propone exterminar al normalismo y su proyecto cultural que se mantiene vivo, aún en medio de todas estas tácticas de ataque a fuego abierto, represión física y de recoloniza­ción cultural.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico