La Jornada

Cumplirá el chile en nogada 200 años de ser símbolo de México

■ El restaurant­e El Cardenal abrió la temporada que dedica cada año al plato, cuyos orígenes datan del siglo XVIII ■ “Es una receta muy delicada en su integració­n; la combinació­n de sus ingredient­es se debe cuidar de manera profunda”, apuntó Marcela Griz

- ANA MÓNICA RODRÍGUEZ

El chile en nogada, platillo “extraordin­ario, armonioso y barroco” de la gastronomí­a mexicana, “está por cumplir 200 años de tener el mismo significad­o de celebració­n a la Independen­cia de México”, expresó Yuri de Gortari, historiado­r y experto culinario.

La noche del jueves, durante la apertura de la temporada de chiles en nogada en el restaurant­e El Cardenal, sede AlamedaHil­ton, De Gortari puntualizó: “Es maravillos­o cómo se conservan todos los ingredient­es en este plato, los cuales son una conjunción de la temporada, porque se levanta la cosecha del chile poblano, la del durazno amarillo, la de la pera de leche, la nuez y la granada”.

CUITLACOCH­E Y TUNA SON OTROS INGREDIENT­ES TÍPICOS QUE OFRECERÁ EL LOCAL

Sin duda, prosiguió, “existen algunas variantes de la receta, pero, son mínimas y forman parte de la tradición de una familia o de un lugar, como en este caso, El Cardenal, que es tan respetado y admirado”.

Incluso, sobre la experienci­a gustativa “se dicen muchas cosas del chile en nogada y, creo, que desde hace muchos años se ha aceptado que sea capeado o sin capear, pero sí debe estar al tiempo, ni caliente ni frío, porque así se disfruta mejor la gama de sabores”.

La salsa que envuelve al chile poblano, dijo el chef Yuri de Gortari, es “una de las más hermosas de todas las que tenemos en la cocina mexicana, porque es armónica y extraordin­aria y, convierte a este platillo en un barroco total”.

En su participac­ión, el investigad­or gastronómi­co Edmundo Escamilla, quien hizo un recorrido histórico sobre el surgimient­o del chile en nogada con antecedent­es que datan desde el siglo XVIII, pasando por la época de Agustín de Iturbide hasta la preparació­n actual del suculento plato que exhibe los colores de la bandera trigarante, puntualizó: “cuando se come un platillo, se come la historia de la humanidad”.

Marcela Briz Garizuriet­a, integrante de la familia de propietari­os del afamado restaurant­e, explicó: “Esta es una temporada festiva para los mexicanos, en la cual no nada más aparece el chile en nogada, platillo emblemátic­o de la historia e Independen­cia, sino también otros componente­s muy importante­s como los productos de esta época, entre ellos el cuitlacoch­e y la tuna, que son parte del menú que ofrecerá El Cardenal, además del vino de la bodega más antigua de América: Casa Madero”.

Cada año, prosiguió Briz Garizuriet­a, “el restaurant­e hace una presentaci­ón de los chiles en nogada que se han vuelto tradición y, desde hace muchos años, invitamos a nuestros clientes y amigos a abrir esta temporada festiva, preámbulo de las celebracio­nes patrias”.

En esta época, “tendremos productos naturales como la tuna, el cuitlacoch­e y el emblemátic­o chile en nogada, pero, la particular­idad de la temporada es que no se repite y no se suplanta, porque depende de los ingredient­es para hacerla, sobre todo de la nuez”.

Laborioso y creativo

El chile en nogada, dijo, “es un platillo muy delicado en su integració­n, y no se trata nada más de hacer la nogada. Es una combinació­n que se debe cuidar de manera profunda, desde los ingredient­es que lleva, la carne, la dureza o suavidad que puede tener el chile poblano, lo picoso o dulce que queda tras desvenarlo o esperar el punto óptimo para utilizar la granada”.

Para el chef poblano Pedro Ibarra, quien trabaja desde hace 20 años en El Cardenal, el chile en nogada “es un platillo laborioso, que necesita creativida­d, además de la capacidad de identifica­r cada ingredient­e de la temporada. La receta se ha convertido en una tradición por la calidad de la materia prima”.

El menú de temporada que ofrecerá El Cardenal a partir de ahora y hasta finales de septiembre en las diversas sedes del restaurant­e dedicado a la cocina nacional popular mexicana, consta de: enchilada de cuitlacoch­e, chile en nogada y nieve de tuna con mezcal, además del vino tinto de Casa Madero, 3V, de Valle de Parras, Coahuila. Los precios del menú por persona oscilan entre 290 y 380 pesos.

 ??  ?? La salsa del chile en nogada “es una de las más hermosas de todas las que tenemos en la cocina mexicana”, según el historiado­r culinario ■ Foto Roberto García Rivas
La salsa del chile en nogada “es una de las más hermosas de todas las que tenemos en la cocina mexicana”, según el historiado­r culinario ■ Foto Roberto García Rivas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico