La Jornada

La generación de gas con estiércol eleva calidad de vida de campesinos

■ Encabeza Sederec programa para instalar biodigesto­res en zonas rurales ■ Indican productore­s que gracias al sistema ya no compran combustibl­e, leña o carbón

- GABRIELA ROMERO SÁNCHEZ

Todos los días casi 100 productore­s agropecuar­ios vierten agua y en promedio de dos a tres kilos de estiércol de vacas, cerdos o borregos en un biodigesto­r de plástico, el cual se infla conforme se produce gas metano.

“Nos dura para dos o tres horas, pero lo vamos chiquitean­do a lo largo del día con el fin de que nos alcance para cocinar y calentar agua para bañarnos, así no tenemos que comprar el tanque de combustibl­e, carbón o leña”, explicó el productor José Luis Muñoz Garcés, de la delegación Milpa Alta.

Alfredo Yedra, criador de puercos, comentó que desde que deposita el estiércol en el biodigesto­r ya no huele tan feo ni hay tantas moscas.

“Ahorramos, desde hace dos meses no compró un tanque de gas LP ni he utilizado leña o carbón”, aseguró Muñoz Garcés.

Adriana Contreras Vera, directora de Desarrollo Rural de la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidade­s (Sederec), explicó que el proyecto Biodigesto­res para Comunidade­s Rurales de la Ciudad de México tiene como objetivo incentivar el desarrollo socioeconó­mico de los productore­s de las delegacion­es Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Magdalena Contreras, Milpa Alta, Xochimilco, Tlalpan y Tláhuac.

“Con ello no sólo se mejora su calidad de vida, al proporcion­arles herramient­as físicas, ecológicas, de bajo costo y sostenible­s, sino también se protege el medio ambiente”, explicó.

Los productore­s agropecuar­ios, beneficiar­ios de este programa, habitan en zonas catalogada­s de alta marginació­n en las delegacion­es citadas.

Detallaron que cavaron un hoyo para colocar el biodigesto­r, y luego la Sederec colocó una instalació­n por la cual el gas metano que se genera llegue a una parrilla de cuatro quemadores, que algunas familias cubren con papel aluminio “para que nos dure más”, así como al calentador.

Contreras Vera detalló que otra de las ventajas es que el biodigesto­r también produce un fertilizan­te natural y ecológico llamado biol, el cual llega a generar 120 litros al día y se puede utilizar en los sembradíos o venderlo entre los cultivador­es de granos, hortalizas y frutas.

En 2016, la Sederec seleccionó de entre 160 productore­s interesado­s en acceder a este proyecto a 80 familias, mientras en este año se entregarán 40 más, para llegar a 120.

El presupuest­o utilizado asciende a 2 millones 800 mil pesos provenient­es del Fondo Ambiental Público. Se calcula que el costo de cada biodigesto­r es de 24 mil pesos.

Los requisitos para acceder son ser productor agropecuar­io, contar con dos o tres kilos de desechos sólidos de ganado –sin tratamient­o– al día y agua en el terreno para alimentar el biodigesto­r; espacio para la colocación del sistema y disposició­n para participar en tiempo y forma en el proyecto.

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Alfredo Yedra, criador de porcinos, es uno de los beneficiar­ios del programa de biodigesto­res en el barrio de San Marcos, en Santa Ana Tlacotenco, Milpa Alta ■ Foto Roberto García

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