EMPRESAS
Licitaciones perversas
ay un mecanismo perverso en las licitaciones públicas en México que genera un alto nivel de corrupción: cualquier empresa que licite puede participar ofreciendo un insumo que la competencia no maneja o un precio bajo al gobierno, el cual se incrementa a capricho, en un negocio ilegítimo entre empresa y autoridades. Los casos más sonados en estos momentos son los de carreteras y obras de infraestructura, que van del tema de la construcción de la casa blanca del presidente Peña Nieto y la de campo del secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray, por parte del Grupo Higa, de Juan Armando Hinojosa Cantú, a la tragedia del socavón en Cuerna- vaca, donde la constructora responsable es Epcor, de Juan Diego Gutiérrez Cortina y familia, en contubernio con la española Aldesa. Cuando se revisan los presupuestos iniciales, presentados por Grupo Higa o por Epcor, resulta que estas constructoras ganan las licitaciones mediante un sistema de acumulación de puntos, al ofrecer un bajo precio; pero en el transcurso de la obra se les autorizan gastos multimillonarios por obras secundarias que llevan los costos a niveles inauditos, dos o tres veces superiores al costo original. Prácticamente el proceso se repite en todos los sectores con licitaciones a modo. En el caso del Seguro Social, por ejemplo, la empresa Baxter dirigida en México por Jaime Alberto Upegui, ganó un contrato para diálisis peritoneal en Puebla, de manera ilegal, en contubernio con Enrique Doger, delegado del instituto en Puebla, al descalificar los insumos de la competencia. Por fortuna, Mikel Arriola intervino y las autoridades anularon la licitación referida. Otro ejemplo es la adquisición de tecnología. El emblemático Proyecto de