San Miguel del Progreso, firme en rechazo...
‘‘Aquí nacimos, crecimos y trabajamos. Somos pequeños productores de maíz, café y frijol’’; sin embargo, en el periodo 2016-2017 ‘‘ya no tuvimos nada que vender porque la plaga de roya dejó puras barañas (ramas secas) y, como siempre, no tuvimos apoyo del gobierno. Por lo menos tuvimos yerbas para comer, como quelites. Por eso no queremos que se contamine el agua’’ con las minas.
En la carretera Tlapa-Marquelia, en la Montaña alta de Guerrero, un letrero escrito en una flecha de madera dice: ‘‘Bienvenido a territorio comunitario de San Miguel el Progreso’’. Para llegar a Malinaltepec por Chilpancingo, capital del estado, hay que atravesar los municipios de Tixtla, Chilapa, partes de Acatepec y Atlixtac hacia Tlapa, y de ahí a San Miguel del Progreso. Son tres horas más en vehículo.
A diferencia de los municipios de la Tierra Caliente, como San Miguel Totolapan o los de Chilapa, Zitlala, Acapulco, Iguala y Chilpancingo, donde persiste una violencia cotidiana, en Malinaltepec y gran parte de la Montaña Alta y la Costa Chica, la fuerte presencia de la Coordinadora Regional de Autoridades Comunitarias-Policía Comunitaria (CRACPC) ha logrado que sus miles de habitantes tengan más seguridad.
Mientras en Arcelia, Cocula, Teloloapan, Taxco, Huitzuco o Eduardo Neri, entre otros municipios, se han asentado mineras canadienses, inglesas o de empresarios mexicanos, además de las bandas de la delincuencia organizada, en Malinaltepec los pueblos rechazaron en asambleas comunitarias la presencia de consorcios extranjeros.
A la compañía minera de origen peruano y capital británico Hochschild Mining la Secretaría de Economía federal le otorgó dos concesiones: Reducción Norte de Corazón Tinieblas y Corazón de Tinieblas, para explotar yacimientos de oro y plata por más de 50 años en 59 mil hectáreas de al menos cinco municipios de la Costa y la Montaña alta.
El proyecto afectaría los núcleos agrarios indígenas de Totomixtlahuaca y Tenamazapa, municipio de Tlacoapa; San Miguel el Progreso y Tilapa, en Malinaltepec; Tierra Colorada y Pascala del Oro, municipio de San Luis Acatlán; así como en Iliatenco y Acatepec.
El 12 de abril de 2014 en Malinaltepec, autoridades municipales y agrarias de cuatro municipios de la Montaña y la Costa Chica, que integran el Consejo de Autoridades Agrarias en Defensa del Territorio, rechazaron a las mineras. Después supieron que la Secretaría de Economía ya había entregado cuatro concesiones de explotación a Hochschild Mining México y a la canadiense Camsin Minas, para la explotación de oro, plata y zinc.
En 2010, la CRAC-PC denunció que los consorcios referidos iniciaron trabajos de exploración en al menos 50 kilómetros cuadrados de los municipios de de San Luis Acatlán, Malinaltepec, Tlacoapa, Metlatónoc, Atlamajalcingo del Monte, Acatepec y Zapotitlán Tablas, de la Montaña y la Costa Chica.
Ese año iniciaron explotación a cielo abierto las mineras Los Filos-El Bermejal en Carrizalillo, municipio de Eduardo Neri, y la empresa Media Luna exploraba Cocula y San Miguel Totolapan, en la Tierra Caliente, lo mismo hacía Explo Sierra en Quechultenango y Mochitlán. Todos estos territorios están controlados por el crimen organizado.