MÉXICO SA
¿En manos de quién estamos? ◗ Paso Exprés: doble impunidad ◗ TLCAN: Peña Nieto se inclina
e plano, ¿en manos de quién está el país? Tras el “mal rato” en que murieron dos personas, el principal responsable de todo esto, Gerardo Ruiz Esparza, presunto secretario de Comunicaciones y Transportes, anuncia con bombo y platillos que “a fin de garantizar la seguridad de los usuarios y las poblaciones aledañas al Paso Exprés de Cuernavaca, el afluente hidráulico requerido en la zona y la pronta reanudación del funcionamiento normal de la vía, llevará a cabo la construcción de un nuevo puente en el tramo afectado” y todo ello “se realizará en un periodo aproximado de 10 semanas”. Y asunto ¿resuelto? ¿De qué se trata? ¿Impunidad garantizada y cinismo contumaz, o de la versión alegre del desfachatado funcionario sobre cómo “solucionar” los “malos ratos” y garantizar y acrecentar los negocios privados a costillas de la nación y sus ciudadanos? Además, se garantiza que no habrá consecuencias legales ni laborales, porque el amigo del presidente Enrique Peña Nieto conserva el puesto y las dos empresas privadas “responsables” de la obra (Eppcor, de los Gutiérrez Cortina, y la española Aldesa) se quedan con la construcción del “nuevo puente en el tramo afectado”. Negocio redondo, porque lo que cínicamente Ruiz Esparza presenta ahora como “solución” sólo confirma, por si hubiera dudas, que el Paso Exprés se construyó al “allí se va”, con impunidad garantizada, o lo que es lo mismo mediante la fórmula perfecta de duplicar el presupuesto público original y legalmente aprobado para que el “reparto” de los beneficios sea más jugoso, mientras los ciudadanos son lo de menos. El funcionario dice que con que la construcción del “nuevo puente” se busca “garantizar la seguridad de los usuarios y las poblaciones aledañas”. ¿Cómo?, si estaba obligado a hacerlo durante la construcción de la obra original y certificarlo antes de inaugurarla –por parte de EPN– y aprobar su entrada en funcionamiento. Entonces, de acuerdo con la teoría de Ruiz Esparza, ¿la “solución” necesariamente debe ser correctiva y nunca preventiva? ¿Primero los muertos y después viriguamos? Al mismo tiempo, desde que la SCT les adjudicó la licitación respectiva, las empresas constructoras privadas –supuestamente supervisadas por esa dependencia del Ejecutivo, en especial por su negro historial, costos inflados y permanente violación de los tiempos de entrega– se obligaron –legal, económica y profesionalmente– a garantizar, desde el inicio mismo de la obra, la calidad de la construcción, algo que –se supone– les permitió llevarse el contrato público (primero por poco más de mil millones de pesos, para terminar en más de 2 mil 200 millones y de cereza el socavón). Según Ruiz Esparza, ¿la “responsabilidad” legal y ética de la SCT y de las empresas privadas simple y sencillamente se “cubre” con un “nuevo puente” que debió incluirse, o cuando menos preverse, originalmente? ¿La muerte de dos personas –evitable a todas luces– se “olvida” con otra obra sobre la construcción que les costó la vida y a la familia le hizo pasar un “mal rato”? las especificaciones de la obra y los materiales usados se garantiza una durabilidad de más de 40 años, sin tener que hacer ninguna reparación… Gracias a los empresarios y a los trabajadores por su esfuerzo decidido para realizar una construcción de la más alta calidad que beneficia a miles de mexicanos”. Por si fuera poco Ruiz Esparza repartió más bombones: “Se construyeron 10 kilómetros adicionales de drenaje y un colector de casi un kilómetro; las casas no tenían drenaje, entonces tuvimos que hacérselos para que la carretera tuviera circulación de agua y las casas de al lado pudieran desaguar”; además, se añadieron dos kilómetros de líneas hidráulicas, porque cuando se planeó (la obra) no se sabía que las viviendas no tenían drenaje”. Pero todos tranquilos, porque en su momento el brillante funcionario declaró: “A los que en un momento dado sufrieron molestias les pedimos una disculpa”… por el “mal rato”, y los que faltan. Entonces, así o más cínicos. ¿Ruiz Esparza para presidente?